martes, 24 de noviembre de 2015

La Marsellesa, la historia de un himno de guerra

Momento en que Rouget de I'Isle está componiendo
La Marsellesa de Jean Paul Auguste de Pinell
El más famoso himno guerrero y patriótico del mundo no nació en Marsella como todo el mundo cree sino que lo hizo en Estrasburgo como himno de los ejércitos del Rin. Esta es la historia de “La Marsellesa”.

El 20 de abril de 1792, la Asamblea Legislativa del Reino de Francia declara la guerra  al rey de Bohemia y Hungría. El 25 de abril en Estrasburgo, se notifica la declaración de guerra al mariscal Nicolas Luckner, comandante del Ejército del Rin, por parte del alcalde, barón Philip Fréderic Dietrich, quien manifiesta el deseo de que se creara un canto o himno que sustituyera al tradicional canto Ça ira, por encontrarlo demasiado festivalero.

Entre los asistentes a la recepción en casa del alcalde se encontraba el capitán de ingenieros Claude-Joseph Rouget de I’Isle, gran aficionado a la música, a quien el alcalde le pide que cree un himno más acorde con aquel momento histórico.


El mariscal Nicolas Luckner
De regreso a su casa el capitán Rouget, acompañado de su violín compuso en la noche del 25 al 26 de abril la letra y música del Canto de guerra para el Ejército del Rin, dedicado a su comandante el mariscal Luckner.

Al día siguiente el alcalde Dietrich, conocido barítono, lo cantó en su casa delante del mariscal Luckner y fue  aceptado como Canto de guerra del Ejército del Rin. La partitura fue adaptada al piano por la esposa del alcalde y orquestado por el propio Rouget. Fue impreso y distribuido entre los oficiales y la tropa. El domingo 29 de abril en el Patio de Armas se realizó la primera audición pública del Canto de guerra del Ejército del Rin. En solo cuatro días se había creado una canto inmortal.
Barón Dietrich

El éxito fue tal que pronto se difundió por toda Francia. El 17 de junio se cantó en Montpellier durante los funerales del alcalde de Étampes, Monsieur Simoneau, tras los discursos patrióticos. Uno de los testigos de esta ceremonia fue el joven estudiante de medicina Etienne-François Mireur, quien el día 20 marchó a Marsella para unirse como voluntarioi al batallón marsellés que partía hacia París. Tras ser presentado a la Sociadad Jacobina de Marsella, el joven Mireur, el día 22 en el banquete ofrecido a los voluntarios marselleses, tras las arengas de rigor y en medio del silencio general entonó el Canto de guerra del Ejército del Rin de manera tan solemne que todos los asistentes se quedaron impresionados.

Al día siguiente el Journal des Departements Meridionaux publico el texto del Canto de guerra y entregó una copia a cada uno de los voluntarios cuando partían hacia París. Al llegar el batallón a París, tras una marcha de 27 días, el canto fue entusiásticamente por el pueblo que lo llamó la Marsellesa. El propio capitán Rouget de I’Isle lo tituló como el himno de los marselleses cuando lo incluyó en sus Ensayos en Verso y Prosa (1796).

Rouget de I'Isle cantando 
La Marsellesa de Isidore Pils
El himno fue cantado por los revolucionarios que el 10 de agosto de 1792 asaltaron las Tullerías y provocaron la caída de Luis XVI al negarse al firmar en decreto de abolición de la monarquía. El propi autor fue exonerado, denunciado y encarcelado y hubiese rodado su cabeza en la guillotina de no ser por la caída y muerte de Robespierre, el 27 de junio de 1794.

Claude-Joseph Rouget de I'Isle
Pasado el periodo del Terror, Rouget de I’Isle se reincorporó al ejército y participó en la campaña de la Vendée a las órdenes del mariscal Hoche. En 1796, con 36 años, se retiró a su ciudad natal para dedicarse por entero a la música y la literatura. Falleció el 27 de junio de 1836, en Choisy-le-Roi, a los 66 años.

El mariscal Nicolas Luckner, para quien fue compuesta La Marsellesa, fue acusado de traición y murió en la guillotina el 4 de enero de 1794. El barón Philip Fréderic Dietrich, alcalde de Estrasburgo, que fue el primero que la cantó, murió en la guillotina el 5 de marzo de 1793, y el joven estudiante de medicina Etienne-François Mireur, padrino de La Marsellesa,   murió heroicamente en el asalto y conquista de Alejandría, el 8 de junio de 1798.


Como hemos visto más que La Marsellesa, bien podría haberse llamado La Estrasburguesa.  

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