sábado, 16 de octubre de 2010

La festividad del Pilar

La festividad de la Virgen del Pilar es la fiesta patronal de Zaragoza, así como de la Hispanidad y de la Guardia Civil. Se celebra el 12 de octubre y las fiestas se desarrollan a lo largo de nueve días.

Su origen se remonta al año 1613, cuando así lo aprobó el Concejo de Zaragoza, pero no fue hasta el 27 de mayo de 1678 cuando se declaró a la Virgen del Pilar como Patrona de Zaragoza.

Tras siglos de historia, devoción y fe a la Virgen del Pilar, hoy es la Patrona de España, el 12 de octubre es la Fiesta Nacional de España y es una de las fiestas populares más conocidas en todo el mundo.

La tradición

La tradición nos sitúa en el año 40 de nuestra era, cuando el apóstol Santiago El Mayor, entró en Celtiberia para llevar la palabra de Dios a los habitantes paganos. Mientras Santiago viajaba por tierras aragonesas, en la noche del 2 de enero del año 40, se le apareció en Zaragoza la Virgen María, cuando todavía vivía en Jerusalén para consolar y animar al apóstol, que predicaba el Evangelio a orillas del Ebro.

La Virgen le pidió que construyera una Iglesia en el pilar de mármol donde estaba ella de pie. La Virgen desapareció, pero el pilar permaneció, y en este mismo lugar Santiago cumplió la petición de la Virgen, y el resultado es la hermosa Basílica del Pilar.

En 1438 se escribió el “Libro de milagros” atribuidos a la Virgen del Pilar, lo que contribuyó a la difusión de la devoción mariana como lo demuestra la expresión del rey Fernando el Católico refiriéndose a la Virgen del Pilar:

“Creemos que ninguno de los católicos de occidente ignora que en la ciudad de Zaragoza hay un templo de admirable devoción sagrada y antiquísima, dedicada a la Purísima Virgen y Madre de Dios, titulada Santa María del Pilar, que resplandece con innumerables y continuos milagros”.

La historia del Templo

Santiago edifica, con ayuda de los primeros cristianos, una pequeña capilla —“Aedicula”—, un pequeño oratorio de dieciséis pasos de largo por ocho de ancho. En el siglo II, la capilla primitiva se amplía, y en el año 313 se convierte en un templo de mayores dimensiones y ya apto para celebrar mejor el culto.

Durante la dominación árabe de la Península el templo fue respetado. Tras la reconquista de Zaragoza, el templo es objeto de grandes mejoras, y así en el año 1120, el Obispo Pedro de Librana reconstruye y amplía la vieja Iglesia del Pilar al estilo románico de la época. En 1292, el Obispo Hugo de Mataplana, la reconstruye nuevamente tras haber sufrido un gran deterioro debido a un desbordamiento del Ebro. En 1434 un terrible incendio destruye el templo románico, pero milagrosamente quedó intacta la imagen del Virgen.

En 1515 comienza a surgir una Iglesia gótica, llamada Santa María la Mayor, de la que queda el famoso retablo de Damián Forment, una de las obras más notables del Renacimiento, y la magnífica sillería coral.

Como fruto de las grandes peregrinaciones que se producían y con la visita que el rey Carlos II realiza a Zaragoza, con motivo de su jura y celebración de Cortes, se engrandece el templo. El 25 de julio de 1681, día de Santiago, se puso la primera piedra del actual templo. El arquitecto fue Francisco de Herrera Hinestrosa, llamado “Herrera el Mozo”. Con el apoyo real, los recursos de los Arzobispos, del Cabildo, y con las generosas aportaciones de los fieles, las obras se realizaron a buen ritmo. El 11 de octubre de 1718 se terminaron las naves desde el altar mayor hasta el muro de occidente.

En 1570, el rey Fernando VI nombró arquitecto del Pilar a Ventura Rodríguez, que realizó la Capilla de la Virgen. Por falta de recursos, las obras se interrumpieron, siendo reemprendidas el 22 de octubre de 1863, bajo la dirección de los arquitectos José de Yarza y Juan Antonio Atienza.

El 10 de octubre de 1872, en una ceremonia solemnísima, el Arzobispo de Santiago, Cardenal García Cuesta, consagró la nueva Basílica.

Posteriormente se añadieron las cuatro torres. La más antigua lleva el nombre de Santiago, la segunda se denomina torre de Nuestra Señora del Pilar. Las dos últimas son más reciente, aunque nacieron gemelas, el 11 de diciembre de 1949, la más próxima al puente de Santiago, llamada de San Francisco de Borja creció más rápido y se terminó el 10 de octubre de 1959, dos años más tarde, el 21 de noviembre de 1961, se inauguraba la cuarta torre a la que le pusieron el nombre de Santa Leonor, en memoria del matrimonio zaragozano que la costeó, Francisco Urzáiz y Leonor Sala.

Las cuatro torres tienen 93 metros de altura. En la parte superior de la fachada se colocaron ocho estatuas monumentales: San José de Calasanz, San Vicente de Paúl, Santa Engracia, San Valero, San Braulio, Santa Isabel de Aragón, Santiago y San Vicente Mártir, santos todos ellos muy vinculados con la capital aragonesa.

Este es el origen de la festividad, de la tradición y de la Basílica de la Virgen del Pilar de Zaragoza.

Foto: Manto de flores de la Virgen del Pilar. Fiestas del 2010.

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