sábado, 23 de octubre de 2010

El Conflicto de Kosovo (X)


SERBIO-KOSOVARES
Para los serbios está claro que lo que ellos denominan, con gran disgusto de los albaneses que consideran que no es el nombre oficial, Kosovo y Metohija es una región de Serbia donde se encuentran las raíces históricas, religiosas y culturales de su firme sentimiento nacional. Kosovo es la tierra de sus antepasados.
Precisamente es en Kosovo donde se encuentran el Patriarcado de Pec y los monasterios de Decane y Gracanica, los cuales son al mismo tiempo centros religiosos, joyas arquitectónicas y símbolos de un pasado de resistencia frente a los turcos.
Oficialmente esta es la postura que defiende el Gobierno de Belgrado. En la práctica se reconoce que en un futuro próximo se va a tener que ceder, y mucho. La estrategia para las negociaciones filtrada por la misma Presidenta del Centro de Coordinación para Kosovo (organismo oficial de la administración serbia) es la de “Más que autonomía, menos que independencia”. Consiste en reconocer un autogobierno pleno para los kosovares y el control de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial al mismo tiempo que la República de Serbia retendría el control de las fronteras y las aduanas, la defensa y la representación internacional. Además Kosovo se consideraría una zona desmilitarizada, donde estaría prohibida la presencia militar serbia así como de grupos paramilitares albaneses.
A este respecto hay que señalar que una cosa es el Gobierno serbio de Belgrado y otra los serbios de Kosovo.
En privado, estos últimos reconocen que la situación actual no tiene marcha atrás y que alguna forma de independencia es muy posiblemente inevitable. Se sienten abandonados y utilizados por los políticos de Belgrado, quienes solo se acuerdan de ellos cuando pueden obtener algún rédito político.
A pesar de todo señalan que la independencia de Kosovo puede sentar un precedente peligroso en los Balcanes y servir de mecha que inicie nuevos conflictos o reavive otros en teoría neutralizados. Así por ejemplo los serbios de Bosnia-Hercegovina podrían reclamar la independencia de la República Serbia de Bosnia (República Srpska) y de esta forma romperse el difícil equilibrio alcanzado con los Acuerdos de Dayton de 1995.
No entienden que a pesar de que el cumplimiento de los estándares, que en un principio se presentó como requisito para poder abordar la negociación del estatus final para Kosovo, no está garantizado, ahora se hable de iniciar de forma inmediata estas negociaciones al mismo tiempo que se sigue avanzando en el cumplimiento de los mismos. Según ellos se ha pasado de “primero estándares, después negociaciones” a “estándares y negociaciones al mismo tiempo” y se sienten defraudados por ello.
En relación a los estándares, se quejan de que solo tienen libertad de movimiento en las zonas en que son mayoría. Los serbios que viven en enclaves y reasentamientos afirman que viven en guetos de los que solo pueden salir con escolta de KFOR. Esta sensación de inseguridad es difícil de valorar desde fuera, aunque en ocasiones parece más imaginaria y psicológica que real. En cualquier caso impide su plena integración en la sociedad kosovar. Así por ejemplo, cuando los serbios de la zona de Istok necesitan atención médica prefieren acudir al Hospital de Mitrovica antes que ir al de Pec, aunque esto suponga hacer un desplazamiento mucho más largo.
También creen que se ha avanzado poco en la descentralización. Una profundización en la misma haría posible su autogobierno en las pocas zonas en que son mayoría, por lo que constituye una reivindicación permanente.
La lengua constituye también otro obstáculo para la integración de las dos comunidades, y ello a pesar de que las autoridades han hecho un esfuerzo por el bilingüismo y la mayoría de los carteles y señales indicadoras están escritos en serbio y albanés. Los niños serbios no acuden a las mismas escuelas que el resto ya que sus padres exigen una enseñanza en la lengua materna. Esto impide la convivencia de las futuras generaciones desde el principio. Sin una integración real en la sociedad el futuro de la juventud serbia en Kosovo es oscuro.
En cualquier caso y a pesar de que se conceda la independencia a Kosovo, los serbios consideran que la presencia de tropas internacionales en la zona va a seguir siendo necesaria durante muchos años todavía. Solo de esta manera se podrá garantizar su seguridad y la de los monasterios ortodoxos que han sobrevivido durante largos siglos.
Foto: Estudiantes serbokosovares. Foto: R. Atanasovsky, AFP

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