jueves, 19 de enero de 2012

La leyenda del Tío Camuñas


La figura del Tío Camuñas se ha utilizado en distintas partes de España como sinónimo de un ser detestable que odiaba a los niños asemejándolo al "hombre del saco", al "coco" o al famoso "sacamantecas", utilizando la frase: «Que viene el Tío Camuñas», para asustar a los más pequeños.
Sin embargo este tratamiento dado a su figura es injusto, ya que el Tío Camuñas fue uno de los héroes españoles de la lucha contra los franceses en la Guerra de la Independencia de 1808 a 1814. El origen de la  famosa expresión es el siguiente:
El Tío Camuñas se llamaba Francisco Sánchez Fernández y nació el 11 de septiembre de 1762 en la localidad manchega de Camuñas (Toledo). A los veintitrés años contrae matrimonio con Agueda María Martín de Consuegra, con la que tiene seis hijos: Hilario, Mauricia, Antonio Eustaquio, Antonio Pantaleón, Francisco y Ramona de la Cruz. Su profesión parece ser que fue la de correo lo que le proporcionó gran agilidad a caballo y un profundo conocimiento de la zona. Era conocido en su pueblo como «Francisquete».
Su vida cambió por completo con la invasión de las tropas napoleónicas en 1808.  El  23 de abril de 1809, su hermano Juan Pedro Sánchez se ve envuelto en el asesinato del edil municipal, el afrancesado Vicente Hidalgo Saavedra, de 51 años de edad, con quien había mantenido un pleito años atrás, cuando éste acompañado por soldados franceses pretendía detenerlo. Un mes Juan Pedro fue capturado por los franceses y colgado en una de las aspas del Molino Viejo que aún se conserva en Camuñas bajo del nombre de Molino de La Unión. Parece ser que los franceses prometieron que conservaría la vida si se entregaba y que al hacerlo no cumplieron. Esto llenó de ira a «Francisquete» que juró vengar la muerte de su hermano. Es aquí cuando comienza la leyenda del Tío Camuñas.
La  trágica muerte de su hermano Juan Pedro le afectó enormemente unido a los abusos de las tropas invasoras en Camuñas y a la prematura muerte de su hijo Francisco de 10 años el 13 de julio de 1809, al que no pudo enterrar dignamente ya que los franceses ocupaban el pueblo, terminaron  por agriar totalmente su carácter. Comenzó a recorrer las localidades vecinas reclutando gente para organizar una guerrilla contra los franceses. Con un grupo de 30 hombres, hábiles en la monta a caballo y diestros en el uso de las armas, fue diezmando a las tropas francesas por todo el territorio de La Mancha durante los dos años siguientes. El miedo que causaba entre las tropas francesas era tal que gritaban horrorizados: «Que viene el Tío Camuñas» cuando se acercaba a ellos con su partida.
Finalmente el Tío Camuñas fue traicionado y capturado cuando se encontraba con su partida en Belmonte (Cuenca) y fusilado el 13 de noviembre del 1811, cuando contaba con 49 años dejando en la memoria de todos sus paisanos la esencia del heroísmo, de un hombre que supo defender sus convicciones mas allá de su muerte y aquí nació su leyenda.
Frente al Ayuntamiento de Camuñas un busto homenajea a su héroe de la Guerra de la Independencia y desde el 2008, en agosto, se rememoran hechos acaecidos en la vida de «Francisquete», donde prácticamente todas las personas del pueblo se aderezan con vestidos de la época y  escenifican los momentos más importantes que su ilustre vecino tuvo que vivir como guerrillero en Camuñas.

Foto: Busto en homenaje al Tío Camuñas en su pueblo natal.

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