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lunes, 12 de diciembre de 2011
Deslondes Charles el esclavo que quiso crear una República de negros en EEUU
jueves, 8 de diciembre de 2011
La Inmaculada Concepción , Patrona de la Infantería Española
La Inmaculada Concepción de Murillo. Patrona de la Infantería Española |
El Milagro de Empel de Ferrer Dalmau |
Escudo de Infantería |
“la doctrina de la Bienaventurada Virgen María en el primer instante de su Concepción, por singular gracia y privilegio de Dios Omnipotente, en atención a los méritos del Salvador del género humano, Jesucristo, fue preservada inmune de toda mancha de culpa original, ha sido revelada por Dios y por tanto debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles”,
Celebración de la Inmaculada en el destavcamento de Mostar España (Bosnia) en diciembre de 1995 |
"Patrona de Infantería. Ministerio de la Guerra. Cuarta Sección. Excmo. Señor: Considerando conveniente para mantener vivo el sentimiento religioso en los diversos Cuerpos y dependencias del Arma de Infantería y estrechar los vínculos morales que unen a sus individuos lo propuesto a este Ministerio por el inspector general de la misma, en su comunicación de 27 de julio último, y teniendo en cuenta que ha sido aprobada la elección por el provicario general castrense, la reina regente del reino, en nombre de su augusto hijo del reino, en nombre de su augusto hijo el rey (que Dios guarde) se ha servido declarar Patrona del Arma de Infantería a Nuestra Señora la Purísima e Inmaculada Concepción, que ya lo fué del antiguo Colegio Militar y lo es de la actual Academia General y de gran número de Regimientos. De real orden; etc. Dios guarde a V. E. Muchos años.” Firma ésta Real Orden el general Azcárraga, Ministro de la Guerra.
La Reina Regente María Cristina de Habsburgo. Fondo Histórico del Senado |
lunes, 21 de noviembre de 2011
José Rebolledo de Palafox y Melci
sábado, 19 de noviembre de 2011
El Asedio de Acre
lunes, 24 de octubre de 2011
Las Cartillas de Racionamiento
viernes, 21 de octubre de 2011
Los pecados del Vaticano II: El Concilio Cadavérico
Tras la muerte en 888 de Carlos el Gordo, el Imperio carolingio se desmembró, disputándose la corona dos facciones: la de los francos orientales o alemanes y la de los francos occidentales o franceses.
La indignación por la consagración que había hecho Formoso de Arnolfo como emperador era de tal magnitud que, a instancias de Agiltrudis, madre de Lamberto, Esteban VI reunió y presidió un sínodo para procesar al difunto papa: se exhumó su cadáver momificado y, revestido de sus ornamentos pontificios, fue sentado en un trono y sometido a juicio.
El proceso fue una pantomima: se acusó a Formoso de distintos delitos como el perjurio y la violación de cánones, y de su defensa se encargó un diácono que contestaba a las acusaciones en su nombre. Formoso fue condenado, se le despojó de sus dignidades papales, se le amputaron los dedos pulgar, índice y corazón de la mano derecha, que era con los que impartía la bendición, y se arrojó su cuerpo al Tíber. Según algunas crónicas, el cadáver quedó varado en las redes de unos pescadores, y según otras, fue recogido por un eremita, pero el caso es que se conservó y se le dio una sepultura clandestina. En el verano de ese mismo año se produjo una rebelión popular que terminó con el pontificado de Esteban VI, que fue encarcelado y más tarde estrangulado en la prisión.
A Esteban VI le sucedió Romano y a éste Teodoro II, que celebró un nuevo sínodo para rehabilitar la figura de Formoso, volviendo sus restos a San Pedro con todos los honores dignos de un papa. El pontificado de Formoso abrió lo que se conoce como "siglo oscuro" o "siglo de hierro". A lo largo de esta centuria se sucedieron treinta papas, de los cuales más de la mitad murieron de forma violenta, a menudo después de ser depuestos y de sufrir cárcel, torturas y terribles mutilaciones.
Foto: Esteban VI en ‘el juicio al papa Formoso’ obra de 1870 de Jean-Paul Laurens, Museo de Bellas Artes de Nantes
Fuente: Revista Memoria, Historia de cerca, nº XXXI. www.revistamemoria.es
jueves, 13 de octubre de 2011
El Caballo de Troya
lunes, 10 de octubre de 2011
El Tío Jorge
domingo, 9 de octubre de 2011
La Galana
domingo, 18 de septiembre de 2011
La Guerra de los Seis días Árabe-Israelí
viernes, 16 de septiembre de 2011
La leyenda del Delfín de Francia, Luis Carlos de Borbón
lunes, 12 de septiembre de 2011
La guerra más corta de la historia
El 27 de agosto de 1896 estalló la guerra más corta de la historia, duró tan solo 45 minutos y enfrentó al Imperio Britanico contra Zanzibar (Guerra Anglo-Zanzibariana). A la muerte del Sultán, pro británico, Hamad bin Thuwaini el 25 de agosto, su primo Khalid bin Bargash tomó el poder mediante un golpe de estado. Los británicos apoyaban a otro candidato Hamud bin Muhammed ordenaron a Bargash abdicar, a lo que se negó y logró formar, en un corto periodo de tiempo, un ejército de 2.800 hombres y utilizó el yate armado del anterior sultán, el H.H.S. Glasgow.
Los británicos, reunieron cinco naves de guerra en el puerto, justo frente al palacio y desembarcaron algunas compañías de Marines Reales para asistir a los “leales” (un ejército de Zanzibar, que favorecía al Imperio Británico) en total juntaron 900 hombres en 2 batallones al mando del general Lloyd Mathews, un antiguo teniente de la Marina Real. El sultán rebelde realizó esfuerzos de último minuto para negociar la paz a través del representante estadounidense en la isla, pero de nada sirvió este intento desesperado de tregua.
A las 09,00 horas de la mañana del 27 de agosto, el ultimátum británico expiró y las naves de la Marina Real abrieron fuego contra el palacio. El sultán tuvo que hacer una retirada precipitada al consulado alemán, donde le fue otorgado asilo.
El bombardeo se detuvo a los 45 minutos, cuando el Glasgow se hundió. Al final de la batalla, los británicos le exigieron a los alemanes que entregaran al sultán, pero escapó. Vivió en el exilio en Dar Es Salaam hasta que fue capturado por los británicos en 1916 y exiliado a Mombasa donde murió en 1925.
Esta guerra tiene el record de la más corta de la historia con una duración de 45 minutos. Los Zanzibarianos tuvieron 500 bajas por 100 de los británicos.
Foto: Imagen del Palacio del Sultán de Zanzíbar tras el bombardeo de la Marina Real Británica.
miércoles, 17 de agosto de 2011
Salomón un rey justo
Dos madres solteras compartían una habitación, y cada una de ellas dio a luz un niño sobre el mismo día. Por la noche, una de estas madres por accidente, se dio la vuelta en la cama asfixiando a su bebé. Al despertarse en medio de la oscuridad, vio que su hijo yacía gélido e inmóvil, por lo que la avergonzada madre, cogió el bebé de su compañera de cuarto que aun dormía, colocando al bebé muerto en su lugar.
Posteriormente, la otra mujer despertó, y viendo al bebé muerto, comenzó a llorar por el dolor de su pérdida. Pero después examinó al niño, y se dio cuenta que ese no era el suyo. En el otro lado de la habitación, pudo comprobar cómo su compañera tenía a su bebe.
Las dos mujeres se presentaron ante el rey, luchando por la custodia del niño vivo.
¾ Escuche, mi señor -dijo la primera mujer-… El hijo de ésta murió una noche por haberse acostado ella sobre él; ella se levantó a mitad de la noche y me arrebató a mi hijo, mientras tu sierva dormía, lo puso a su lado, dejando al lado mío a su hijo ya fallecido.
La mujer siguió profiriendo que cuando se despertó a la mañana para dar de comer a su pequeño, encontró a su lado a un bebé muerto que no era el suyo, sino el de su compañera.
¾ No -gritó la otra mujer con enfado-, mi hijo es el que está vivo; es el tuyo el que ha perecido.
¾ No -exclamó la primera mujer-, tu hijo es el muerto; y el mío vive.
Qué espectáculo ofrecieron estas dos mujeres en el palacio, gritándose de manera mutua, dispuestas a tirarse de los pelos si las hubieran dejado. ¡Pobre Salomón! Nunca antes había presenciado un caso tal. ¡Ahora si que necesitaba la sabiduría que Dios le había garantizado!
¾ Acercadme una espada -ordenó contranquilidad; y cuando el siervo se la trajo, un insondable silencio se apoderó de la sala.
¾ ¿Qué querrá hacer con esa espada? -murmuró alguien.
¾ ¡Ahora, traigan al bebé! -mandó el rey.
Los asistentes mantuvieron la respiración. ¿Cortaría al niño por la mitad?
¾ Partid al niño vivo por la mitad —siguió ordenando Salomon— y entregad la mitad de él a la una y la otra mitad a la otra.
Un cuchicheo de pánico recorrió la estancia.
En principio, el soldado pensó que el rey estaba de broma, pero Salomón comenzó a mirar con ira la indecisión del súbdito. Lentamente este desenvainó su afilada y brillante espada y avanzó hacia la mujer que poseía el niño. De repente, la verdadera madre se lanzó a los pies del rey y suplicó:
¾ ¡No! ¡No, por favor! -exclamó la verdadera madre.- ¡Oh, señor rey!, dale mi bebé a esa mujer, pero vivo; que no lo maten.
¾ No -dijo la otra mujer sin compasión-. Ni para mí ni para ti: que dividan al bebé.
Entonces Salomón supo sin lugar a dudas, quién era la verdadera medre. La mujer que abdicaba en la partición, era la madre legítima del niño, y señalando a la mujer que había pedido que perdonaran la vida al pequeño ordenó:
¾ «Entregad a la primera el niño vivo; no lo matéis. Ella es su madre verdadera».
Al salir del juicio las dos mujeres, la curiosa historia de lo que ocurrió comenzó a propagarse. Yendo de boca en boca, llegó a los pueblos y aldeas hasta que en todo el país la gente se supo de cómo Salomón había reconocido a la verdadera madre del niño. “Todo Israel conoció la sentencia que el rey había emitido, y todos le admiraron, viendo que había una sabiduría divina con la que él podía hacer justicia”
Foto: El Juicio de Salomón de Nicolás Poussin. 1649. Museo Nacional del Louvre. Francia.
miércoles, 6 de julio de 2011
Caesaraugusta
martes, 5 de julio de 2011
El Señorío de Albarracín
Las circunstancias por las que atravesaron los reinos cristianos de
El más hábil de todos fue sin duda Pedro Ruiz de Azagra, el señor de Albarracín, quien, oscilando entre Aragón y Castilla y con el apoyo de Navarra, logró no sólo mantener su independencia sino también aumentar sus dominios, obtener concesiones en Castilla y en Aragón y transmitir sus derechos a su hermano Fernando.
Fernando Ruiz mantuvo esta política de equilibrio aunque los honores recibidos en Aragón le obligaron a inclinarse más hacia el monarca aragonés del que era vasallo y en cuyo nombre poseía extensos territorios en la comarca turolense; pero la influencia aragonesa fue contrarrestada mediante una estrecha alianza con
La alianza de Fernando con Aragón y con Navarra era garantía de que estos reyes no intentarían ocupar Albarracín; y la donación a
Aunque el testamento inicial de Fernando fue modificado en diversas ocasiones y Albarracín pasó a los hijos de Fernando,
Foto: Albarracín