lunes, 12 de diciembre de 2011

Deslondes Charles el esclavo que quiso crear una República de negros en EEUU


La situación de los esclavos negros en los Estados Unidos a comienzos del siglo XIX era terriblemente dura y cruel, así un esclavo llamado Deslondes Charles protagonizó un episodio digno de reseñar ya que al frente de 500 esclavos armados con azadas, hachas y cuchillos lucharon hasta la muerte por su libertad
Este esclavo se inspiró en lo que había sucedido en Haití años atrás cuando, entre 1791 y 1804, e inspirados por los hechiceros Boukman y Mackandal, los cabecillas François Dominique Toussaint-Louverture y Jean-Jacques Dessalines lideraron una revolución contra el sistema esclavista instaurado en la colonia francesa de Santo Domingo, que culminaría con la eliminación de la esclavitud y la proclamación de la República de Haití.
Deslondes Charles, capataz de una plantación esclavista en Nueva Orleans, inspirado en la revolución haitiana, preparó su revolución de esclavos con la intención de fundar una república independiente de negros en Estados Unidos. Sabía que se lo jugaba todo a una baza y que sus posibilidades eran bien claras: libertad o muerte, y para ello preparó minuciosamente durante meses lo necesario para formar "su ejército".
El 8 de enero de 1811, Deslondes montando un caballo puso en marcha el mayor levantamiento de esclavos que se produjo nunca en ese país,  y se ponía al frente de un ejército de 500 esclavos, organizados y uniformados, marchando en formación al paso marcado por un tamborilero y ondeando sus banderas.  Fueron pasando por las distintas plantaciones para sumar más esclavos a su causa. Durante la marcha se quemaron plantaciones y cultivos, y se recogían las armas  y municiones que encontraban a su paso. Dos colonos blancos fueron asesinados, aunque sus familias no sufrieron daño alguno.
Dos días más tarde, a la entrada de la plantación de Jacques Fortier en Nueva Orleans, un destacamento de tropas de la milicia les estaba esperando y obligó al ejército de esclavos a dar marcha atrás. La milicia, con mejor armamento y preparación cortó la retirad de los esclavos y haciendo fuego sobre ellos muriendo gran cantidad de ellos en la batalla. La sublevación había terminado.
Los que no murieron en el combate fueron nuevamente esclavizados y el 13 de enero de 1811, un tribunal convocado en la plantación de Destrehan y tras tres días de audiencias dictaminó las siguientes condenas: unos 50 rebeldes fueron condenados a muerte y decapitados, siendo sus  cabezas clavadas en picas a lo largo del camino. Otros  29 fueron juzgados y colgados en las puertas de la ciudad. Deslondes Charles y dos guerreros Ashanti fueron ejecutados por un pelotón de fusilamiento y posteriormente decapitados, colando sus cabezas también sobre picas en el dique de Nueva Orleans. Los que intentaron escapar por los pantanos y plantaciones fueron perseguidos y ejecutados. Además, a los propietarios de los esclavos muertos se les pago 300 dólares como indemnización por las pérdidas.
Aquel levantamiento, el mayor en cuanto al número de esclavos implicados, apenas trascendió siendo considerados como simples “actos aislados de bandidaje y pillaje”. Hasta entonces, las revueltas habían sido menos numerosas y, sobre todo, más sangrientas, lo que justificaba las brutales represiones. Con esta rebelión, el panorama había cambiado, se había producido una batalla en toda regla entre dos ejércitos enfrentados y nada podía justificar aquel baño de sangre. La mejor solución fue minimizar lo ocurrido y no darle ningún tipo de notoriedad al hecho. Simplemente no había pasado.
Cerca estuvieron los esclavos negros de alcanzar su idea de un estado negro, libre e independiente, en el corazón de los Estados Unidos, pero ya nunca lo lograrían.

Foto: Dibujo de la Rebelión de Deslondes Charles

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