Dentro de los acontecimientos acaecidos durante la Guerra de África, hoy os pongo la historia de Laureano Irazábal, un niño de tan sólo nueve años que fue protagonista directo de los hechos ocurridos durante el asalto de la harka indígena a la posición de Bu Ermana en Terbibin durante la Guerra de África.
En aquellos años no existían prácticamente estudios sobre las patologías producidas por la guerra y mucho menos se habían publicado artículos sobre sus efectos entre los niños que habían tenido experiencias dramáticas en ellas.
Los hechos fueron los siguientes:
En julio de 1921, el capitán Cándido Irazábal estaba al frente de la 4ª compañía del III Batallón del Regimiento Melilla nº 59. El día 22 su unidad se encontrada destacada en Terbibin, con una sección destacada en Tas Tikermin. Junto al capitán pasaba aquellos días su hijo Laureano, de apenas nueve años, que había ido a pasar el verano con su padre. Cuando comenzó el ataque de la harka — una fuerza indígena irregular con mandos europeos, empleada en las campañas de Marruecos por el ejército español— a las posiciones españolas del monte Mauro, la posición de Terbibin se defendió muy bien. El 25, a las cuatro de la tarde aproximadamente, se presentaron dos soldados, mandados por los moros, intimándoles a la rendición, respetándoles la vida a cambio de que entregaran el armamento; en vista de ello, el capitán Irazábal decisió que fuera evacuada la posición dejando el armamento, que algunos inutilizaron, quitándole el cerrojo a su fusil. En el momento de la evacuación una traición de los moros hizo que las tropas fueran atacadas, dispersándolas y matando a muchos, entre ellos al capitán Irazábal.
Laureano fue testigo de cómo mataban a su padre, fue herido y llevado preso. Fue liberado posteriormente debido a las gestiones que realizó Dris ben Said y entregado a su madre. Posteriormente fue recibido por el Rey quien escuchó la narración de aquel niño que vivió momentos tan duros.
En julio de 1924, en Palma de Mallorca, se le concedió la medalla de sufrimientos por la patria que le fue impuesta por el Marqués de Garantía.
A continuación se reproduce la solicitud del Ministro de la Guerra D. Luis Aizpuru y Mondéjar al Rey para que le sea concedida la medalla:
MINISTERIO DE LA GUERRA
EXPOSICIÓN
Señor: pocas veces puede presentarse un caso en que la recompensa y el hecho que la motiva tengan tan justificada conexión como el que el ministro que suscribe, de acuerdo con el consejo de ministros, tiene el honor de someter a la consideración de vuestra majestad.
El niño de once años Laureano Irazábal y Hevia hallándose en la posición de Terbiben con su padre, capitán del Regimiento de Melilla y Jefe de aquel puesto militar, cuando asaltada por el enemigo, presencia la gloriosa muerte de su padre, recibe un balazo en el pecho y es llevado cautivo por los moros, de cuyo poder y al punto de morir fue rescatado.
El terror que hubo de producirle ser testigo de la matanza, la agonía de su padre, el dolor físico de una herida gravísima y el tiempo de su cautiverio son sufrimientos que si no tienen compensación, por que la ley no alcanza adonde llega la resignación cristiana, puedan y deben ser recompensados con la medalla creada precisamente para demostrar que la patria no es ingrata con los que por ella sufren.
No se ajusta esta recompensa, en el caso presente, al legalismo del reglamento, que exige sean de condición militar los agraciados con ella; pero teniendo en cuenta lo excepcional del caso, la impresión que en el animo publico causó y la entereza con que el niño Irazábal soportó el sufrimiento, el ministro que suscribe tiene el honor de someter a la aprobación de V.M. el siguiente proyecto de decreto.
Madrid, 27 de julio de 1923
Luis Aizpuru y Mondéjar
Foto: Laureano Irazábal y Hevia, días después de su liberación.
Curiosa historia, pero investigando por la web, observo que el verdadero nombre es: Cándido Irazazábal Hevia. A la postre fué el representante del tenor Alfredo Kraus y además tio del ya fallecido ex-presidente del Congreso de los Diputados, José Félix Pons Irazazábal.
ResponderEliminarBuenas noches.
ResponderEliminarCuriosa historia, pues resulta que navegando por la web, encontramos que el verdadero nombre de este niño es: Cándido Irazazábal Hevia. Además fue representante artístico del tenor Alfredo Kraus y por último, tio del ya fallecido ex presidente del Congreso de los Diputados, José Félix Pons Irazazábal.
Efectivamente en la red, lo encontrarás de las dos maneras como Irazábal o como Irazazábal. Yo me decanto por la primera opción que creo que ese era el verdadero apellido, prueba de ello es que Irazábal está en el catalálogo de apellidos españoles y el de Irazazábal no existe. Creo que fue un gazapo de alguien que lo puso en la red. El capitán se llamaba Cándido Irazábal Hevia.
ResponderEliminarBuenas noches de nuevo, a ver, existen numerosas referencias de este niño en fuentes tanto escritas como digitales. Por citar varios ejemplos, la hemeroteca de ABC, La Vanguardia, la obra "España en sus heroes" (donde figura la foto que ilustra el artículo), Historia de las Campañas de Marruecos vol. 3, Asociación El Laud de Isla Cristina, etc. Por eso creo más acertada la doble sílaba "..zazá..". De todos modos, impresionante historia la de este niño, que vio morir a su padre y estuvo cautivo de los rifeños durante un tiempo.
ResponderEliminarPuede ser que tengas razón, muchas gracias por tu apreciación y aportación documental, lo investigaré un poco más a fondo.
ResponderEliminarDe la que no hay duda es que la hermana de Cándido o Laureano se llama Maria Josefa Irazazábal y Hevia y es la madre de Félix Pons Irazazábal, fallecido recientemente en Palma.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu información tan concreta y veo, después de los comentarios, que el apellido es definitivamente Irazazábal. Un abrazo.
ResponderEliminarTe agradezco el comentario y te felicito por el Blog y especialmente por esta notícia que ha dado ocasión a los comentarios, puesto que es él único sitio donde la he encontrado tan detallada. El motivo de mi interés es que estoy trabajando en una publicación sobre la primera escuela graduada de Palma de Mallorca y resulta que en ocasión de la entrega de la medalla al niño Irazazábal, los alumnos del centro (supongo que también lo harían los de otras escuelas de la ciudad)con sus respectivos maestros fueron invidados y asistieron al acto de homenaje.
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