Los pueblos vikingos
Los pueblos vikingos pertenecían a los denominados pueblos germanos escandinavos. Su lengua y su cultura eran comunes a todos ellos, aunque cada uno tenía su propia organización. Habitaban en una zona muy segmentada, de clima duro e inhóspita, que junto a los demás inconvenientes —pobreza de la tierra, animales carnívoros, altas montañas, etc—, que dificultaban las comunicaciones terrestres, hizo que para su supervivencia utilizasen el mar como principal vía de comunicación. Los vikingos fueron grandes navegantes.
Los principales pueblos vikingos eran:
Los daneses, los más numerosos y mejor organizados militarmente, realizaron gran cantidad de incursiones piratas con el objetivo primordial del saqueo y el botín. Habitaban en las penínsulas de Jutlandia y Escania y las islas colindantes. Esta situación les permitía dominar las rutas comerciales. Tenían fortificaciones de forma circular, divididas en cuatro cuadrantes con edificaciones en cada uno de ellos, lo que demuestra los conocimientos que tenían y el orden interno de su organización.
Los noruegos, eran también grandes navegantes que dominaron el Mar del Norte y recorrieron el Atlántico. Realizaron expediciones a gran escala con fines de conquista y así colonizaron Islandia, Groenlandia y Vinlandia.
Los suecos, tercero de los pueblos vikingos, realizaron grandes incursiones navales en la Europa septentrional y meridional y fueron los fundadores de Rusia y otras zonas de Europa Oriental. Es posible que llegasen a las costas de los países de Oriente, por los tesoros descubiertos en algunas tumbas vikingas.
Las principales expediciones de los vikingos
Los vikingos, a comienzos del siglo IX se instalan en nuevos territorios como las islas Orcadas, las Hébridas, las Shetland y las Feroe, en Escocia y en Islandia.
El rápido aumento de la población les obliga a buscar otras tierras a las que parten sin saber lo que se van a encontrar y sin preocuparse por ello.
Así comienzan una serie de expediciones que recorrerán las costas europeas, a lo largo de los siglos venideros, sembrando el terror entre los habitantes de los lugares por los que dejaban su impronta.
Islandia la descubren los vikingos hacia el año 861 y es hacia el 874 cuando Ingolfur Arnarson, considerado como el primer colono noruego, funda una colonia permanente en Reikiavik. Cuenta la leyenda que cuando Ingolfur se acercaba a las costas islandesas, ordenó arrojar el mástil principal de su embarcación al mar con la intención de establecerse en el lugar donde fuera a parar dicho mástil. Así nació Reikiavik.
Ottar de Hålogaland, a partir del año 870 navegó por los mares de Norte hasta llegar al Mar Blanco, rodeó Noruega y Dinamarca. Hacia el 890 llegó a las costas de Inglaterra. Ottar pretendía comprobar cuáles eran las tierras habitadas y fue el primero en narrar sus viajes. Llegó a superar, en casi 200 km , el Circulo Polar Ártico.
Erik Thorvaldsson, conocido como Erik el Rojo, en el año 981, es desterrado de Islandia por cometer un asesinato y se dirige hacia el norte a explorar una tierras de las que los navegantes contaban grandes historias, así recorrió más de 300 km hasta llegar a las costas de Groenlandia, donde las corrientes lo arrastraron hacia el cabo Farawell, al sur de la isla, donde pasó dos inviernos antes de regresar a Islandia. Creó la población estable de Groenlandia que permaneció independiente hasta el año 1100 en que pasó a dominio noruego.
Foto: Dakkar vikingo en plena navegación.
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