Castillo de Sádaba |
El Castillo de Sádaba se encuentra en lo alto de un pequeño
promontorio que domina la localidad zaragozana de Sádaba en la comarca de las
Cinco Villas. Esta fortaleza situada en la frontera entre los reinos de Aragón
y Navarra pasó alternativamente de un reino a otro hasta que en 1399 quedó
definitivamente incorporado al reino de Aragón.
Historia
Parece ser que en un documento de 1125 firmado por Alfonso I
el Batallador se revela la existencia de un castillo en el campo de Sádaba,
que, sin embargo, no se corresponde cronológicamente con la construcción del castillo
actual. La falta de datación documental y según algunos estudios lo más
probable es que fuese el rey navarro Sancho VII el Fuerte quien lo mandase
construir hacia 1223, en tiempos del reinado de Jaime I el Conquistador, cuando
Arnaldo de Alascún tiranizaba a los vecinos de Sádaba y realizaba correrías por
la contigua Navarra. En ese año figuraba Fernando de Leret como tenente del castillo.
Su sucesor Teobaldo I devolvió la villa y el castillo a Fortanet de Alascún en
1244, a ruegos del conde de Verán, pero con todas las obligaciones de un
vasallo. Sádaba volvió a Aragón por solicitud de sus vecinos en 1261. Años
después se puso en armas por la guerra contra Navarra y Francia en 1283.
Entrada principal al castillo |
Un documento de 1302 revela que Jaime II debía 1.200 sueldos
a Jordana Savial de Morgia, esposa de Ramiro Sánchez de Antillón, quienes
habían comprado el castillo de Sádaba, y que entonces lo custodiaba G. de
Castell Nou.
En la Guerra de los Dos Pedros, fue uno de los entregados en
rehenes a Carlos II de Navarra durante las negociaciones entre ambos reyes.
Pedro IV vendió la villa a Francisco de Villanueva en 1384, pero los vecinos
compraron su libertad en 1399 y Sádaba ya no volvió a salir de la Corona de
Aragón. En 1452 volvió a sufrir ataques navarros, al igual que otras
localidades fronterizas.
Torre del rey |
Aunque Sádaba ha sido escenario de numerosas guerras, en el
siglo XVI se mantuvo el castillo en buen estado, pero se abandonó en los siglos
posteriores. En la actualidad ha pasado a manos de la Administración Provincial
de la DGA, que se ha encargado de su restauración y conservación.
Entre los años 1987-1989 y 1998-1999, el Gobierno de Aragón
realizó varias intervenciones de consolidación de los muros y cimientos del
castillo y otras obras de restauración de la mampostería de muros y torres.
Gracias a un convenio entre el Gobierno de Aragón y el Inaem, la Escuela Taller
de Sádaba (1987-1990), la Escuela Taller Cinco Villas de Sádaba (1990-1993) y
la Escuela Taller Castillo de Sádaba (2007-2009) han colaborado en la
restauración de partes del castillo.
Descripción
Es una sobria fortaleza castrense que domina toda la
localidad, levantado en piedra sillar con decoraciones cistercienses y sillares
en los que se aprecian las marcas de posición y de los canteros.
Abandona la tipología de un castillo típicamente defensivo,
carece de torre del homenaje, muralla y foso para convertirse en una especie de
ciudadela torreada de fácil defensa con unos muros de gran grosor, con torres
cuadradas con almenas y adarves. Esta característica lo convierte en uno de los
castillos más representativos de su época, son solo de Aragón, sino de toda
España.
Plano del castillo |
Se dispone en una planta rectangular casi perfecta de unos
1.000 m2 de superficie se robustece por sus siete torres almenadas,
cuatro de ellas situadas en las esquinas, entre las que destaca por su mayor
altura la del muro suroeste, conocida como la torre del rey.
Acceso interior |
Una puerta con arco de medio punto da paso recinto con forma
de recodo que dificultaba el acceso al castillo. Esta flanqueado por dos
torres, con saeteras abiertas sobre él, que lo convierten en un espacio de
fácil defensa. Tras un pasillo cubierto con bóveda de cañón, una segunda
puerta, enmarcada también por arco de medio punto, se abre al patio de armas.
Entrada e interior de la capilla |
El interior conserva el resto de dos salas, el adarve o
camino de ronda y el aljibe situado en el centro del patio de armas que
sorprende por su gran capacidad. Sus tres arcos fajones sostenían una bóveda
conservada hoy parcialmente.
Adosadas a los muros norte y oeste había dos salas de planta
rectangular, divididas en dos pisos cada una. En el ala norte todavía se puede
apreciar el muro de delimitación con el patio hacia el que se abren las
puertas.
Adosada al muro oeste se encuentra la capilla, en buen estado
de conservación, abierta al patio de armas y cubierta por una bóveda de
crucería simple que descansa sobre cuatro columnas coronadas con capiteles con
decoración vegetal de tradición románica. Sobre la puerta de acceso hay un
tímpano de una sola pieza, labrado con la cruz de la orden de San Juan. El vano
de la cabecera del altar es de medio punto abocinado, de gran profundidad
debido al grosor del muro, igual que el situado en el muro norte, situado por
encima de la imposta; el del muro sur es adintelado y se encuentra por debajo
del nivel de la imposta, aunque en este muro no existe.
Patio de armas y aljibe |
El Castillo de Sádaba está incluido dentro de la relación de
castillos considerados Bienes de Interés Cultural en virtud de lo dispuesto en
la disposición adicional segunda de la Ley 3/1999, de 10 de marzo, del
Patrimonio Cultural Aragonés. Este listado fue publicado en el Boletín Oficial
de Aragón del día 22 de mayo de 2006.
La entrada cuesta 2 € y se destina al mantenimiento del castillo.