Luis II de Baviera es un rey muy conocido por distintos
motivos: por los fabulosos castillos construyó; por su carácter soñador y
romántico que lo encerró en un mundo irreal de fantasía, se le conoce como “el
rey loco”; por su frustrada homosexualidad;
por su mecenazgo a Richard Wagner del que se decía que era su amante; pero
sobre todo por su trágico final, hoy todavía sin aclarar, ya que según la
versión oficial se suicidó y según otras versiones fue asesinado. Os voy a
contar la historia del “Rey Loco”.
Vida y reinado
Luis Otón Federico Guillermo de Baviera, nació el 25 de agosto
de 1845, en el castillo de Nymphenburg en Munich, hijo del rey Maximiliano II
de Baviera y de María, hija del rey de Prusia que más tarde sería Kaiser
alemán, Federico Guillermo I.
Su educación fue esmerada, como correspondía al futuro rey,
predominando las artes artísticas de las que su padre y su abuelo, Luis I,
fueron grandes defensores. La vida del joven príncipe dio un cambio radical
cuando el 25 de agosto de 1861 presenció, por primera vez, la obra de Wagner “Lohengrin”
de la quedó completamente absorto y desde ese momento su pasión por la obra
wagneriana y su espíritu romántico y artístico le cautivaron. Su carácter
enfermizo y romántico le valdría el apodo del “Rey Loco”.
Escudo de Armas de Luis II |
De muy pequeño ya dio muestras de un temperamento inestable,
protagonizando una monumental pelea con su hermano menor, al cual estuvo a
punto de estrangular, y ese carácter soñador y rebelde le condujo a mantener
una constante batalla personal entre la realidad y la fantasía.
Cuando contaba con 18 años fallece inesperadamente su padre
Maximiliano II y el 10 de marzo de 1864 es proclamado rey de Baviera. Su
reinado pasó a ser tormentoso para él, aunque su actividad política fue más
importante de lo que en general se cree. Profundamente antibelicista, no tuvo
más remedio que enfrentar a Baviera contra Prusia en la "Guerra
Alemana" y pesar de su derrota, el pueblo le adoraba ya que veía
representado en él al príncipe romántico, sensible, preocupado por sus
súbditos, justo y amante de las artes. Desde entonces Baviera dependería de
Prusia en política exterior y su rey se convirtió en un "vasallo" de
su tío prusiano.
Al poco de subir al trono hizo llamar al artista que tanto le
había impresionado unos años atrás, así el 6 de mayo de 1861 recibe en Munich a
Richard Wagner con estas palabras: «Sin
que vos lo supierais, erais la cuenta de todas mis alegrías. Vos habéis sido mi
mejor maestro, mi educador y un amigo que, como ningún otro, ha sabido hablar a
mi corazón. Haré cuanto esté en mi mano para haceros olvidar vuestros
sufrimientos, disiparé todas vuestras preocupaciones, os proporcionaré el
reposo a que aspirais a fin de que desplegueis sin traba alguna, vuestro genio
maravilloso. Ahora que visto la púrpura, emplearé mi poder en endulzar vuestra
vida».
El compositor Richard Wagnera |
El compositor escribió, tras su primer encuentro con el rey:
«Hoy he sido llevado ante él. Por
desgracia es tan bello y genial, inspirado y magnífico, que temo que su vida se
desvanezca como un fugaz sueño divino en este mundo malvado. De la magia de sus
ojos no puede Vd. hacerse ni idea: ¡si pudiera sobrevivir; es un milagro
demasiado inaudito!».
De Munich se traslada al castillo de Berg, a orillas del
lago Stamberg en la isla de las rosas, donde proporciona a Wagner una villa
cercana para que trabaje con tranquilidad, le dona una casa en Munich, en la
Briennerstrasse y paga todas las deudas del artista. Múnich se convirtió en
capital musical europea con los estrenos de "Tristán e Isolda"
(1865), "Los maestros cantores de Núremberg" (1868), "El oro del
Rin" (1869) y "La Walkiria" (1870). Con ello Luis II continuaba la
tradición de mecenazgo de la casa de Wittelsbach.
Pero, la presión que le genera la corte al rey por su
relación con Wagner le obliga a tomar la decisión de acompañarlo a la frontera de
Baviera, el 10 de diciembre de 1865 y despedirse de él, aunque siguió
contribuyendo a su sustento.
Luis II de Baviera |
La expectativa de engendrar un heredero y la presión ejercida
por la corte le lleva a anunciar, a comienzos de 1867, el compromiso con su prima
Sofía de Wittelsbach, hermana menor de Sissi, pero el compromiso se fue
posponiendo hasta que se anuló definitivamente. A lo largo de su reinado se le
relacionó con varios hombres, principalmente con Richard Hornig un apuesto
caballerizo. Su formación estrictamente católica le hizo llevar su
homosexualidad como una verdadera carga difícil de sobrellevar.
Luis II construyó tres grandiosos castillos perpetuando de
este modo la tradición familiar. El palacio de Linderhof construido en uno de
los cotos de caza de su padre y con una clara inspiración en el Palacio de
Versalles, el Palacio Linderhof es el más pequeño de los tres y el único
palacio que llegó a ver terminado. En 1869 manada construir su mayor obra, el
castillo de Neuschwanstein, conocido a nivel mundial como símbolo de la
arquitectura romántica idealizada, es uno de los lugares más fotografiados de
Alemania y uno de los castillos más visitados de Europa. El sueño del rey loco
fue la fuente de inspiración de Walt Disney para comenzar a construir su propio
sueño. Finalmente construyó el palacio de Herrenchiemsee erigido a orillas del en
el lago Chiemsee, entre 1878 y 1886, es una construcción monumental realizada
para cumplir su sueño desde que visitó Versalles por primera vez de tener un
palacio igual y encargó su construcción y, aunque no llegó a verlo acabado, el
parecido entre ambas construcciones y sus jardines es asombroso.
Castillo de Neuschwanstein |
Reclusión y muerte
Su personalidad melancólica lo fue encerrando cada vez más
en su propio mundo, un mundo diferente gobernado por su espíritu romántico y
atormentado en la soledad del castillo de Neuschwanstein. Esta situación llevo finalmente
a su familia y a los altos estamentos bávaros a publicar, a primeros de junio
de 1866, un informe médico que lo declaró incapacitado para gobernar. Hoy se
considera una estratagema, auspiciada por su familia, para apartarlo del
gobierno ya que no se le hizo ninguna exploración personal al monarca. Lo
trasladaron al castillo de Berg y lo pusieron bajo custodia psiquiátrica. El día
10 de junio de 1886, su primo el Príncipe Leopoldo, dada la evidente
discapacidad del hermano menor del rey, asumió la regencia del reino.
Tres días después, el 13 de junio de 1866, el rey estaba
dando un paseo por los jardines de palacio que bordeaban el lago Starnberg
junto con su médico personal el doctor Bernhart von Gudden. Ante la tardanza en
regresar al palacio se organizó una partida de búsqueda que encontraron ambos
cadáveres flotando en el lago.
La versión oficial con relación a su muerte es la del
suicidio, por la que habría puesto fin a su atormentada existencia de soledad y
compañía, a su vida de continua contradicción romántica, llevando consigo a su
guardián y médico. Decía, así mismo, que el monarca había sufrido un ataque de
locura y se había suicidado no sin antes matar al doctor cuando éste trato de
impedir que se arrojara al lago.
Sin embargo, hay circunstancias que desmienten esta versión
del ahogamiento en el lago ya que en su autopsia no se encontraron restos de
agua en los pulmones y nunca había mostrado tendencias suicidas. Además, las
sospechas de que no se tratase de un suicidio se agravaron con los testimonios
de un pescador y algunas personas que se encontraban por la zona de haber oído
unos disparos. Este rumor fue en aumento y tomó cuerpo la posibilidad de que
rey fuese asesinado, en un regicidio planeado por la propia familia real y por
los poderes bávaros y/o alemanes para los que resultaba muy incómoda la
existencia del rey.
Lugar donde fue encontrado el cuerpo de Luis II en el Lago Starnberg |
En la década de 1960 se reavivó la controversia sobre la
muerte del “Rey Loco” cuando el banquero muniqués Detlev Utermöhle declaró bajo
juramento que, siendo niño, la condesa bávara Josephine von Wrba‑Kaunitz había
mostrado a sus padres algunas prendas de los Wittelsbach entre los que se
encontraba el gabán que llevaba Luis II el día de su muerte y que es su parte trasera
tenía dos agujeros de bala. En 1973 un incendio quemó todas las propiedades de
la condesa y desapareció la única prueba que podría haber cambiado la versión oficial
de la muerte del rey.
Quedan pues sin resolver las circunstancias exactas de la
muerte de Luis II: intentaba escapar y encontró la muerte por accidente o como
consecuencia de la acción su cuidador para impedirlo ya que, según parece, era
un buen nadador; mató el rey al doctor o éste iba a huir con él y por tanto
ambos fueron asesinados. Hay queda la duda ya que la familia Wittelsbach se ha
negado a reabrir el asunto de la muerte del “Rey Loco”.
Pese a las misteriosas circunstancias que propiciaron su
muerte y su destronamiento, Luis II tuvo un funeral enormemente lujoso. La
Iglesia no presentó demasiadas pegas para permitir su entierro en lugar
sagrado, que en aquella época estaba prohibido a los suicidas, ya que se
consideró que la locura de Luis II le eximía de cualquier responsabilidad en su
suicidio desde el punto de vista eclesiástico, por lo que se le permitió tener
un entierro real completo. Su cadáver fue ataviado con el rico traje de la
orden de San Humberto y fue enterrado en la cripta real de la iglesia de San
Miguel en Múnich, donde puede visitarse su tumba.
En 1973 Luchino Visconti llevo a la gran pantalla su vida en
la película “Luis II de Baviera, el rey loco”.