Por su parte, dicha guarnición de León tuvo que dedicarse
por entero a contener la expansión de los partidarios del Gobierno que
controlaban el Norte de la provincia, frenándoles en algunos puntos y haciéndoles
retroceder en otros hasta constituir un frente defensivo que, en la zona
central, por la que cruzaba la carretera nacional Adanero‑Gijón, quedó
establecido en Puente de Alba, a vanguardia de La Robla, localidad que las
tropas de León ocupaban el 1 de agosto.
Gráfico del avance de las tropas franquistas |
La línea nacional se apoyaba así en la carretera de La Magdalena
a La Robla, mientras la republicana se afirmaba en las alturas de Maresma‑Amargones‑EI
Altlco‑La Muezca‑Fontañán‑Nocedo de Gordón. A lo largo de trece meses de guerra
fue este un frente estabilizado, muy endurecido, en el que no se efectuaron
operaciones de importancia por ninguno de los dos bandos, aunque tuvieron lugar,
no obstante, por una y otra parte, frecuentes golpes de mano como el realizado
por los republicanos contra La Robla el 19 de febrero de 1937 y continuos
hostigamientos con armas automáticas, morteros y artillería.
Soldados republicanos en Gordón |
En agosto de 1937 el Ejército del Norte, nacional, ocupaba
toda la provincia de Santander en una campaña relámpago, quedando la parte
centro‑oriental de Asturias como único bastión de la República en la cornisa
cantábrica. Las tropas que ocuparon Santander, las Brigadas de Navarra, entraban
el 31 de agosto en Unquera y al día siguiente proseguían su avance por el
Oriente de Asturias sin solución de continuidad. Este ataque, protagonizado por
dichas Brigadas Navarras desde el Este, debía combinarse con otro efectuado por
el Sur, desde León, sobre los puertos de la cordillera Cantábrica por las
fuerzas del VIII Cuerpo de Ejército, reforzadas con dos Brigadas de Castilla,
al mando conjunto del general Aranda.
Puente de Alba. Soldados franquistas |
El 9 de septiembre de 1937, las fuerzas al mando del general
Aranda iniciaban desde el frente leonés la ofensiva sobre la Asturias republicana
en dirección a los puertos de Pajares y Piedrafita. Como quiera que la ruptura
por el valle de Bernesga, siguiendo la carretera general, resultaba muy
problemática por las abundantes fortificaciones que la controlaban, Aranda
decidió que la 1ª Brigada de Castilla, al mando del coronel Gistau, que se
dividía en dos medias Brigadas, la 1ª mandada por el teniente coronel Sagardía
y la 2ª por el teniente coronel García Polo, atacara más al Oeste entre Otero
de las Dueñas y Olleros del Alba. El coronel Gistau partiendo de Olleros de
Alba y Santiago de las Villas, debía ocupar como primeros objetivos las alturas
de Amargones‑El Ático‑La Muezca, defendidas por la 186ª Brigada Republicana, al
mando del mayor José Recalde, para proseguir a continuación hacia Los Barrios de
Gordón y envolver por el norte La Pola de Gordón.
Comienza el ataque la 2ª Media Brigada de Castilla del teniente
coronel García Polo que, partiendo desde Otero de las Dueñas, ocupa en esa
primera jornada de la ofensiva las alturas de Santas Martas, Peña Rueda y los
vértices Violares y Amargones. Desde este último asaltaba y ocupaba al día
siguiente, el 10 de septiembre, en medio de un temporal de lluvias, la posición
del Altico.
En la primera jornada de la ofensiva la 1ª Media Brigada del
teniente coronel Sagardía, no pudo prácticamente avanzar pues la ocupación de
sus objetivos estaba condicionada a la previa del vértice Violares, que
correspondía a la 2ª Media Brigada. Cuando ésta tomó Violares el día 10, entonces
las tropas de Sagardía pudieron hacerse con La Cierva y, en una marcha
nocturna, ascender hasta el vértice Rebolleras para desde él asaltar La Muezca
por su espalda
Avance de la 1ª Media Brigada de Castilla |
Tras ocupar las cumbres, las tropas de Gistau descendieron
por la vertiente contraria, haciendo retroceder al 232 Batallón, al mando del
mayor Campos Dutor, de la 186ª Brigada Republicana y a las fuerzas de la 1ª Brigada
Montañesa que mandaba el mayor Antonio Cuadra, y que habían acudido en su
refuerzo, llegando el día 11 a Los Barrios de Gordón, Paradilla y Carbonera. Alcanzaban
así la carretera de San Pedro de Luna a La Pola de Gordón a la que orientaron
su avance hacia el Este, hacia vega de Gordón, envolviendo todo el sistema
defensivo de Fontañán, Nocedo y La Pola de Gordón, lo que obligó a las fuerzas
republicanas a abandonarlo sin lucha, el día 12, ante la amenaza de resultar
ocupadas. Las unidades republicanas que estaban dispuestas a defender Fontañán,
al encontrarse con el enemigo a su espalda, debieron retirarse apresuradamente,
librándose por muy poco de ser copadas.
Las tropas de la 1ª Media Brigada se apoderaron de la
Collada Urdiales y, desde ella, iniciaron el descenso hacia Los Barrios de
Gordón, quedando al finalizar la jornada en la cota 1250, 800 metros al Sur de
dicha población, dominando la carretera y pueblo de La Pola de Cordón, que
había sido incendiado antes de ser abandonado, así como lo fueron también Los
Barrios y Beberino. El día 12, envolvían por el Norte La Pola de Gordón,
ocupándola seguidamente.
Tropas del coronel Gistau descenciendo hacia Los Barrios de Gordón |
El frente republicano estaba roto. Sus adversarios lo habían
atacado combinando los movimientos sincronizados de varias unidades que procuraban
siempre maniobrar las posiciones más fuertes, para poder atacarlas por la
espalda, una vez desbordadas. Táctica esta innovadora, muy diferente a los
brutales choques frontales de la Primera Guerra Mundial, que los alemanes
perfeccionarían y aplicarían, a una escala mucho mayor, en la Segunda.
Al abandonar La Pola de Gordón las tropas republicanas provocaron numerosos incendios |
No hay comentarios:
Publicar un comentario