sábado, 7 de enero de 2012

La historia de los Reyes Magos


Mosaico de la iglesia de San Apolinar Nouvo en Rávena
El 6 de enero se celebra la festividad de la Epifanía o la llegada de los Reyes Magos al portal de Belem a entregar a Jesús unos presentes, una tradición cristiana no exenta de controversias, que ha sido retocada a lo largo de los siglos y que cada año llena de ilusión a los más pequeños de la casa.

¿Pero de dónde proviene la tradición de los Reyes Magos? ¿ Porqué se llaman Melchor, Gaspar y Baltasar?  La tradición de los reyes magos  proviene desde el origen del cristianismo y se ha ido retocando a lo largo de los siglos con el objeto de mantener viva la ilusión de los niños que emulan al niño Jesús y reciben, al igual que él, sus regalos.
Los Evangelios no hacen una referencia específica a la condición de reyes de los magos de Oriente, tampoco lo hace al número exacto y, por supuesto, tampoco a sus nombres. Los textos bíblicos que se refieren a estos personajes son escasos y muy ambiguos.

El Evangelio de Mateo habla de la llegada de varios magos de Oriente a Belem para entregarle unos presentes a un Jesús recién nacido. La calificación de magos, en esta época, se refiere a unos personajes de un nivel cultural o de conocimiento superior a la media y no a un carácter mágico o sobrenatural. Eran hombres sabios que mantenían costumbres paganas para los judíos de aquél tiempo. Parece ser que estos personajes al provenir de Oriente gozaban de esa condición de magos. Los magos se convierten en  reyes a partir del siglo VI, en un intento de la Iglesia de dotar al relato de más fuerza y resaltar que las culturas paganas reconocían la llegada del nuevo mesías.
Adoracion de los Magos en la Sagrada Familia 

Respecto al número exacto de magos que acudieron a Belem tampoco está claramente definida, la determinación de que fueron tres los magos de Oriente proviene de que según el Evangelio de Lucas, Jesús recibió de los magos los regalos o presentes de — oro, incienso y mirra—. Al ser tres presentes, se asumió de que se trataba de tres magos. Sin embargo, hay Evangelios apócrifos, como el "Armenio de la infancia", en que se cita un cuarto rey mago que habría entregado al recién nacido un libro que contendría gran cantidad de saberes.

Una vez fijado  en tres el  número de reyes, se procedió a darles un nombre. La primera representación en la que aparecen los reyes magos con sus nombres actuales data del siglo VI y se trata de un mosaico de la Iglesia de San Apolinar Nouvo en Rávena (Italia), y es muy interesante porque aparecen vestidos con ropas persas. También es un misterio la procedencia de los magos. Algunas interpretaciones posteriores ubicaron la procedencia de cada rey de una región distinta: Baltasar de Arabia, Gaspar de India y Melchor de Persia. Si cada uno procedía de una región distinta, lo que está claro es que partieron por separado y que se juntaron en las inmediaciones de Jerusalén. Según la tradición cristiana fueron guiados por la Estrella de Belem que les anunció el nacimiento de Jesús y su ubicación exacta.

Actualmente se ha intentado dar una explicación científica a ese fenómeno como si se tratase de una conjunción planetaria o de la explosión de una supernova, motivo que explicaría que su brillo fuese mayor que el de las demás estrellas. Lo que está claro es que es imposible que en aquella época hiciesen ese recorrido en tan sólo trece días. Algunos siglos más tarde se estableció que el viaje lo realizaron en camellos.


Urna con los restos de los Magos en la Catedral de Colonia 
Pero, ¿sabemos qué fue de los Reyes Magos tras su visita a Jesús? Pues a partir de este momento desparece de los textos bíblicos toda referencia a ellos. Lo que poca gente sabe es que la tumba de los magos de Oriente se puede visitar en la Catedral de Colonia (Alemania) ya que, según cuenta una leyenda, en el siglo IV, una devota Santa Elena se obsesionó con encontrar todas las reliquias cristianas y en esta búsqueda, se dice que encontró los restos de los reyes magos y los trasladó a Constantinopla, donde permanecieron hasta que se trasladaron a la Iglesia de San Jorge en Milán y ya en el siglo XII a la Catedral de Colonia, donde pueden contemplarse hoy en día.


Fuentes: www.abc.es y http://www.historiayciencia.es


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