El Asedio de Acre fue un frustrado intento del
Ejército de Oriente Francés al mando de Napoleón Bonaparte de tomar esta
fortaleza otomana en su fallida expedición a Siria.
El 19 de marzo de 1799 el ejército francés de Oriente
llega ante la fortaleza de Acre, defendida por 35.000 turcos al mando de
Djezzar el Carnicero, Bajá de Damasco, a los que se han sumado cuatro
días antes dos barcos ingleses al mando del comodoro Sidney Smith, que impiden
a Napoleón desplegar todo su ejército contra la ciudad, al estar al alcance de
sus cañones. Los 13.000 soldados franceses, que venían con pocos suministros,
estaban agotados de una larga marcha de 250 km por el litoral costero sirio.
Desde Gaza, además habían sufrido muchísimas bajas por enfermedad; el general
Desaix informa que por entonces unos 1.400 soldados están afectados, padeciendo
un centenar de ellos de ceguera.
El 28 de marzo, los franceses lanzan un primer asalto
contra los muros de la ciudad, que fracasa. En abril, Bonaparte es informado de
que un gran ejército turco se podría estar concentrando en torno al Jordán para
atacarle por su retaguardia y socorrer a los sitiados. Napoleón encomienda una
parte de sus tropas al general Kléber para realizar un reconocimiento del río
Jordán.
Mientras continúa el sitio francés de Acre, el general
Kléber llega al Monte Tabor a realizar el reconocimiento de la zona encomendado
por Napoleón, siendo atacado por las fuerzas de Ahmed. Kléber organiza su
defensa con tan sólo 1.500 hombres, formados en cuadros, que logran repeler al
enemigo durante unas ocho horas. Cuando estaban a punto de quedarse sin
munición, Napoleón llega desde Acre con 2.500 hombres y 2 cañones de refuerzo,
sorprendiendo por completo a los turcos, que huyen, fracasando su intento de
socorrer a la guarnición cercada; pero los sitiadores no consiguen con esta
victoria ninguna ventaja estratégica ante ella o el resto de Siria. Los
franceses sólo tienen 2 muertos y 60 heridos; las bajas otomanas se desconocen.
Del 1 al 10 de mayo se reanudan los bombardeos
franceses contra la plaza y se realizan varios asaltos más, que resultan infructuosos.
La moral de la tropa invasora se reduce al mínimo tanto por sus fracasos como
por las enfermedades, hasta que finalmente comienzan a carecer de alimentos.
Poco después, Napoleón se entera de que barcos británicos han salido de Rodas
hacia Egipto transportando tropas turcas.
Bonaparte achaca la victoria otomana en Acre a la
presencia del comodoro Smith. Además le informan de que los turcos ya
desembarcaron en marzo otro contingente en Egipto, en la retaguardia francesa, por
lo que debe volver inmediatamente. Los franceses han perdido más de 2.000
hombres en el sitio de Acre, casi todos por enfermedad, y varios miles más
están aún convalecientes.
El 20 de mayo, Napoleón levanta el sitio del Acre y al
día siguiente el contingente francés se retira hacia Egipto, a donde sólo
retornarán unos 7.000 soldados. La expedición francesa a Oriente Próximo se
revela como un desastre, y Bonaparte comienza a pensar otra forma de burlar el
bloqueo naval británico y volver a Francia, aunque sea en solitario.
Finalmente, el 14 de junio de 1799, Napoleón se retira
de Siria y regresa a El Cairo.
Foto: Asedio de Acre por Napoleón en 1799. Tipografía
original de Boussod & Valadon. 1890
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