martes, 11 de junio de 2013

Alesón: la leyenda jacobea de Poyo Roldán

El caballero franco Roldán
El Camino de Santiago está jalonado por una serie de acontecimientos acaecidos a lo largo de los tiempos y que forman parte de lo que se denominan “leyendas jacobeas”. Una de estas populares leyendas y de las más extendidas es la que tuvo lugar en las inmediaciones de la ciudad de Nájera, en los parajes de Alesón,  entre el caballero franco Roldán y el gigante Ferragut.
Al término de Alesón aún se le conoce como Poyo Roldán y es el lugar dónde la tradición sitúa la gesta. Además en este lugar dicen que se encuentra enterrado un gran tesoro como pago de sus habitantes dela zona a los capitanes galos al cuyo frente se encontraba Roldán. En la localidad de Navarrete esta leyenda está reflejada en dos capiteles.
Poyo Roldán, lugar donde dice la leyenda que tuvo
lugar el combate entre Roldán y Ferragut
El gigante Ferragut luchando
con Roldán
Según cuenta la leyenda,  en su peregrinaje a Santiago, Roldán y sus caballeros se quedaron a pasar la noche en la villa de Alesón. Al amanecer del día siguiente partieron hacia la atalaya del Poyo, desde donde divisaron el castillo de Nájera. El señor del castillo era un gigante sirio llamado Ferragut, que según decían contaba con siete codos de altura, un palmo de nariz y la fortaleza de cuatro hombres. El gigante retó a Roldán en combate y el caballero franco aceptó el reto.
El combate tuvo lugar en la explanada que se extendía entre el castillo najerense y la atalaya de Alesón. Tras varias horas de dura lucha entre los dos bandos a caballo, Roldán y Ferragut acordaron una tregua y el gigante, reconociendo la valía del caballero, le ofreció perdonarle vida si dejaban de luchar, a lo que Roldán se negó rotundamente.

La batalla duró dos días con sus dos noches de batalla hasta que el gigante agotado cayó sobre Roldán y sus más de doscientos kilos lo inmovilizaron por completo. El caballero franco  se dio cuenta de que el único punto vulnerable de Ferragut era su ombligo y, con las fuerzas que aún le quedaban, consiguió clavar su puñal en él, causándole la muerte.

Así, dice la leyenda que fue como los árabes abandonaron Nájera y Roldán se ganó la fama de mejor guerrero de la cristiandad.

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