Convento Dominico de Gotor |
El Convento fue fundado en 1522 por don Jaime Martínez de
Luna, barón de Illueca y Arándiga, después de haber sido Virrey de Cataluña,
según lo cuenta el dominico Francisco Diago en la historia del Convento.
Concreta que en la antigua ermita de Santa María Magdalena, ya se habían
instalado con anterioridad los primeros frailes, y que se ubicaba donde ahora
está el Convento. Muerto el fundador, a petición de su esposa doña Catalina de
Urrea, el Convento fue provisto por el Maestro de la Orden, fray García de
Loaysa, de 8 frailes procedentes del convento de Piedrahita en Ávila.
Historia del Convento
La primera aceptación del Convento por parte de la Orden se
obtiene en el Capítulo Provincial de Alcañiz, en 1522, con los religiosos que en ella vivían según la regular observancia.
Al año siguiente se ratificaba esta aceptación en Capítulo General de
Valladolid. En estas Actas se documenta que la casa es erigida en Priorato,
siendo nombrado como prior el Beato fray Juan Micó. Es incorporada a la
Provincia de la Orden de Predicadores de los Padres Dominicos de Aragón
(comprendía las actuales Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares) y constituida
como Casa de estricta observancia dentro de la Congregación de conventos
reformados. Contó desde su fundación con una numerosa comunidad.
Fachada Este |
Uno de los quehaceres del Convento fue la atención
espiritual de los moriscos, que constituían la población mayoritaria de la
comarca. Hay que tener en cuenta que la Orden de los Dominicos era la que
proveía de comisarios a la Inquisición, aunque en Gotor no estuvo establecida
como tal sí que tuvo comisarios dependientes de los Predicadores de Zaragoza.
Está documentado un proceso contra Francisco Valdelagua, morisco, cirujano y
vecino de Gotor, por prácticas moras y vivir conforme a la ley de Mahoma,
fechado el 8 de marzo de 1593.
La situación económica del Convento se podía considerar como
desahogada, debido a las tierras que posee y a ñas clases de Teología y Artes
que imparten.
Maqueta del Convento |
No se tienen noticias de lo acontecido en el Convento
durante el siglo XVI ni durante la Guerra de Sucesión. Algunos historiadores
apuntan la posibilidad que se refugiase en él Antonio Pérez (natural de Monreal
de Ariza, secretario real de Felipe II y acusado por éste de conspiración) en
1590, en su huida hacia Francia.
El periodo de esplendor del Convento se extiende durante los
siglos XVII y XVIII. Hacia 1613 la comunidad constaba de 24 frailes de cuáles
10 eran sacerdotes, 6 profesores clérigos y 8 frailes legos. El 19 de marzo de
1619 se encarga el retablo de la Virgen del Rosario por 2000 sueldos y , el 30
de noviembre de 1641, el retablo del Santo Cristo por 3000 sueldos.
La Guerra de la Independencia marcó el inicio de la
decadencia del Convento. José I Bonaparte, en un decreto fechado el 18 de
agosto de 1809, declara la supresión de todas las órdenes religiosas ampliando
la supresión parcial que había decretado anteriormente Napoleón. A los
religiosos se les dio un plazo de 15 días para abandonar el Convento,
obligándoles a residir en sus pueblos de origen donde recibirían la pensión
procedente de las rentas de la provincia. Todos los bienes pertenecientes a las
órdenes suprimidas pasaron a titularidad estatal. Con este decreto todos los
conventos de Aragón fueron desalojados, destinándose algunos a cuarteles o
edificios públicos. El ejército francés vandalizó el Convento tras el desalojo
de los frailes, pretendiendo incendiarlo en varias ocasiones, lo que fue
evitado en cada momento por el alcalde y la población de Gotor.
Detalle del estado actual de la Iglesia y del Fiso de la Portada |
El edificio quedó muy dañado y cuando los religiosos
regresaron al Convento el 7 de junio de 1814, se lo encontraron sin muebles,
sin puertas y sin ventanas. Su fábrica se había conservado gracias a la los
alcaldes que eludieron las órdenes de los franceses. A principios del siglo XIX la Orden de los
Dominicos se encontraba muy mermada en toda Europa.
Estado actual del interior de la Iglesia |
Portada de la Iglesia y Portada del Convento |
En 1843 la Junta Superior de Ventas Nacionales concede
gratuitamente el Convento de los Dominicos, con su iglesia, al Ayuntamiento
Constitucional de Gotor, que lo había solicitado para establecer en él las
Escuelas y la Parroquia. No se incluyó en la cesión la huerta y el molino, que
deberían quedar incomunicadas del resto del edificio. Esto quedó reflejado
mediante una Escritura publicada por el notario de Illueca Pedro Ortiz, el 31
de marzo de 1843.
El 8 de noviembre de 1984 se acordó ppor la Dirección
General de Cultura y Educación incoar el expediente de declaración de Monumento
Histórico Artístico cuya resolución se publicó en el Boletín Oficial de Aragón
el 20 de noviembre de ese mismo año.
Interiores del Convento |
En los últimos años se han iniciado trabajos enfocados a la
rehabilitación del edificio, actuando sobre el claustro, refectorio e Iglesia
para evitar su ruina definitiva ya que se encuentra en un estado bastante
precario a excepción de la parte utilizada por el Ayuntamiento para alojar las
Escuelas. En la actualidad en esta parte hay un albergue, unas aulas
municipales y un bar.
Las excavaciones arqueológicas han deparado interesantes
hallazgos antropológicos enterramientos momificados. No todas las momias que
han salido a la luz, descubiertas en el interior de la cripta, pertenecen a
religiosos, sino a cualquier persona que pagase una cantidad de dinero
estipulada podía ser enterrada allí. El proceso de momificación es natural; se
produce por la rápida pérdida de los líquidos corporales tras un periodo
incipiente de descomposición. De esta manera se conservan las partes del cuerpo
más sólidas: piel, uñas, huesos, tendones, pelo y algo de masa muscular.
Detalle del momia que se encuentra expuesta en el pequeño Museo del Convento |
En el interior del Claustro se encontraron 51 cadáveres
enterrados sistemáticamente a consecuencia de un brote de cólera que asoló la
zona del Aranda en 1893. Fueron tanto los fallecidos que el cementerio se quedó
pequeño y tuvieron que utilizar el interior del Claustro para enterrarlos. Se
dispusieron en cinco filas, apareciendo colocados uno detrás del otro, lo que
indica que fueron enterrados uno detrás de otro. La arquería del Claustro se
derrumbó sobre los restos, sellándolos hasta que se recuperaron el la
excavaciones de 1988.
Descripción del
Convento
El edificio conventual es de notables proporciones. De planta
rectangular de 58 x 47 m, edificado con
sillar de arenisca de rodeno (que le da esa tonalidad rojiza), junto al
mampuesto irregular y una menor presencia de vanos, le otorgan ese aspecto de
solidez. Incorpora elementos renacentistas, sin olvidar ña estética tardogótica
que acopla con cierta elegancia.
Plano del Convento |
El recinto se articula alrededor de un Claustro de planta
cuadrada, cuyas crujías o pasillos perimetrales estaban cubiertos por bóvedas de
crucería que sostenía un andador superior, también cubierto. El claustro, en su
parte abierta, tenía un jardín y alrededor se disponían el resto de las
dependencias conventuales. La zona más baja estaba presidida por un banco
corrido sobre pavimento de canto rodado que forma dibujos, donde los monjes se
sentarían a descansar o meditar.
Vistas del estado actual del Claustro |
Al norte el Refectorio,
dónde comían los monjes mientras se leía en el púlpito, y que únicamente ha
conservado las escaleras. En la Sala Capitular se reunían para tomar las
decisiones que afectaban a la comunidad. En un nivel inferior se encontraban
las diversas dependencias de servicios y almacenaje como la cocina, la
almazara, la bodega y una nevera situada en el claustro. Una puerta daba acceso
a las huertas del convento.
Al este estaba la zona de Recepción con una escalera noble
que se abre a través de un arco de medio punto. En los pisos superiores estaban
los dormitorios para los frailes menores y los estudiantes. En el ala sur, la
única que se ha conservado con la techumbre, se encuentra presidida por la
puerta principal del Convento y por la puerta de la Iglesia. Situados en el
piso inferior estaban el escritorio y la biblioteca y las celdas de los monjes
de mayor rango en los pisos superiores.
Vista de la parte trasera donde se aprecian los contrafuertes |
La Iglesia, situada en el ala oeste, es de grandes
proporciones con el fin de recibir a los fieles de Gotor en la celebración de
la misa. Asistimos a un cambio de estilo al barroco. Es la zona del convento
que mayor decoración presenta. Tiene una única nave con capillas entre los
contrafuertes y comunicadas entre sí mediante arcos de medio punto. La nave se
cubrió con bóveda de lunetos y el crucero acogió una cúpula sobre pechinas con
profusa decoración a base de yeserías barroco-mudéjares. La cabecera es recta y
bajo ella se encuentra la cripta, presenta a los pies del templo un cono
elevado y una torre cuadrangular. A ambos lados de la nave se conservan dos
púlpitos con restos de pintura mural.
En la parte trasera del Covento se encuentra un jardín dedicado a las cuatro culturas.
En la parte trasera del Covento se encuentra un jardín dedicado a las cuatro culturas.
Jardín de las Cuatro Culturas |
No hay comentarios:
Publicar un comentario