martes, 21 de julio de 2015

Proclama del general Cabrera al ejército carlista de Aragón, en Cantavieja, el 24 de noviembre de 1835

Ramón Cabrera Griñó
Entre los años 1.833 y 1.840, durante la Primera Guerra Carlista, el general Ramón Cabrera Griñó convirtió la localidad de Cantavieja, en el Maestrazgo turolense, en su residencia y Cuartel General de las fuerzas carlistas en Aragón.

Aquí se editó  y publicó el Boletín del Ejército Real de los Reinos unidos de Aragón, Valencia y Murcia, hasta el 15 de Julio de 1837, llamado popularmente como el “Boletín de Cantavieja” que daba cuenta de la actividad militar en el Estado Carlista. Al general Cabrera, por sus hazañas y hechos militares y  por su carisma le pusieron el apelativo de “Tigre del Maestrazgo”.

Cantavieja quedará ya por siempre unido al de aquellos carlistas montaraces y románticos, que hicieron de una humilde villa bajoaragonesa su capital espiritual y el baluarte sagrado de sus ensueños de resistencia y reconquista (1).
El 11 de noviembre de 1835, don Carlos nombra a Cabrera Comandante General del Bajo Aragón, dotando a sus fuerzas de una organización militar de la que hasta entonces carecían y convirtiendolos en un verdadero ejército fiel a la causa carlista.

Cabrera en Cantavieja al frente del Ejército carlista de Aragón

PROCLAMA DEL GENERAL CABRERA AL EJÉRCITO CARLISTA DE ARAGÓN, DESDE EL CUARTEL GENERAL DE CANTAVIEJA, EL 24 DE NOVIEMBRE DE 1835:

“Voluntarios: ¡Viva el Rey!Al encargarme del mando de las fuerzas existentes en este reino, suelo privilegiado de decisión y lealtad, con que la munificencia del Rey nuestro señor se ha dignado honrarme, no puedo menos de dirigiros mi voz y manifestaros los sentimientos que me animan en favor de la justa, santa y legítima causa que con tanta gloria como admiración defendemos.Testigo desde el primer día de vuestras proezas y sufrimientos, no me considero digno de ponerme a vuestro frente; pero, sumiso a las órdenes de nuestro amado soberano, os prometo el sacrificio de mi reposo y existencia, y os probaré, con la ayuda de Dios, que deseo corresponder a la augusta confianza que me dispensa el mejor de los monarcas. Grande es, sin duda, la empresa que me propongo, y ciertamente desconfiaría de su buen éxito si no contase con vuestro valor, vuestros sacrificios y decisión, con la espontánea cooperación del país y con la justicia de la causa.No lo dudéis, valientes e invencibles voluntarios: vuestras armas serán el azote de los que cobardemente cebaron las suyas en inocentes sacerdotes, pacíficos paisanos, débiles mujeres y carlistas indefensos.Voluntarios: unión, valor, subordinación y confianza en vuestros jefes; amor y protección al país que nos sostiene y contempla. Con estas bases conseguiremos el aprecio de nuestros conciudadanos y vengaremos el ultraje hecho a nuestra  santa religión y veneradas leyes, colocando en el trono de sus mayores a nuestro idolatrado y legítimo Monarca.Voluntarios: sea nuestro lema: Viva la Religión! ¡Viva el Rey! ¡Viva la Patria!"


(1) Cita de la Web El Maestrazgo Carlista

No hay comentarios:

Publicar un comentario