miércoles, 30 de octubre de 2013

Luis de Lacy y Gauttier, un laureado en la Guerra de la Independencia

Luis de Lacy y Gauttier
En mayo de 1813 se le concedió  la Gran Cruz de la Orden de San Fernando al general español don Luis Roberto de Lacy y Gauttier, por las acciones libradas en Igualada (Barcelona) y sus inmediaciones los días 5 y 8 de octubre de 1811.

Lacy, de ascendencia irlandesa y francesa,  nació en San Roque, Cádiz, en 1772. Venía de una estirpe consagrada de militares irlandeses que sirvieron en España, su abuelo fue uno de los oficiales más destacados durante la recaptura de Orán en 1732.

Se consagró totalmente a la vida cuartelaría, entrado a servir a España en 1784, hasta el punto de que su primera promoción se produjo a los 14 años a subteniente de infantería por el valor demostrado en combate. Luchó contra los franceses en la Guerra del Rosellón y fue nuevamente condecorado (con 19 años) por su buen hacer frente a los franceses en el regimiento de Ultonia.

Su vida está salpicada por conflictos con el mando; algunos personales, como la pelea entre él y el gobernador de Canarias por una mujer, que le costó un año de reclusión. Ya teniente, en 1802 fue obligado a retirarse del Ejército por haber faltado al respeto a un superior. En 1803 pasó, como capitán, al ejército francés. Se casó en 1806 con Emilia Duguermeus, de nacionalidad francesa. En 1807 en mando francés le encomendó encabezar un batallón como parte de la invasión francesa a la península. Lacy no quería luchar contra los de su propia patria; cuando llegó a Madrid en 1808 y la encontró tomada por las tropas napoleónicas, desertó y se unió de nuevo al ejército español. La junta de Sevilla le admitió como capitán y le ascendió a teniente coronel al mando del batallón ligero de Ledesma.

Fusilamiento del general Lacy en el Castillo de Bellver
 Palma de Mallorca 1817
En enero de 1809  ascendió a coronel, cinco meses después a brigadier, en agosto de 1812 a mariscal de campo y en mayo de 1812 a teniente general. En menos de cuatro años había pasado de teniente retirado a teniente general. Durante la guerra luchó en numerosas batallas, demostrando capacidad de liderazgo y astucia en la mayoría de ellas. Combatió en Bubierca, en la batalla de Ocaña, participó en el sitio de Toledo, diezmó a las tropas galas en Huelva y ejecutó con éxito numerosas escaramuzas en territorio catalán. Llegó a mandar el Ejército de Cataluña y fue capitán general de Galicia.

 Castillo de Bellver. Mallorca
En 1816 Luis de Lacy se trasladó a Cataluña donde puesto en contacto con Francisco Milans del Bosch  y otros compañeros, trazó un pronunciamiento para marchar con las tropas que se hallaban en su comarca, sobre Barcelona para proclamar la Constitución que tan ostensiblemente violaba Fernando VII. El pronunciamiento fracasó. Milans del Bosch pudo escapar hacia los Pirineos, mientras que el general Lacy fue hecho prisionero por unos payeses cuando estaba a punto de embarcar, en Blanes. El general Lacy fue juzgado en Barcelona y fusilado en los fosos del castillo de Bellver el 5 de julio de 1817. El general Castaños, el héroe de Bailén, había difundido la noticia que el general Lacy había sido mandado a Mallorca, indultado por el magnánimo Fernando VII, para ser recluido en la Torre del homenaje del castillo de Bellver, como antes lo había sido Jovellanos.

Placa conmemorativa del fusilamiento del general Lacy
por defender la Constitución
En 1820, tras el alzamiento de Riego, le fueron restituidos todos los honores y se mandó colocar su nombre en el Salón de las Cortes como muerto en un patíbulo por la Constitución, celebrándose en Barcelona solemnes exequias con honores de capitán general.

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