El 3 de
Julio de 2010 se cumplió el 70º Aniversario de bombardeo de británico sobre la
base francesa de Mers el-Kebir acaecido el 3 de julio de 1940. Hecho olvidado y
ocultado, probablemente por tratarse de una masacre entre los “propios aliados”,
y que escribe una de las páginas negras de la II Guerra Mundial.
El 16 de
Junio de 1940, con las tropas alemanas entrando en París, el mariscal Pétain,
respetado héroe de la 1º Guerra Mundial, fue nombrado jefe del gobierno. El día
22 Francia firmó el armisticio con Alemania.
Alemania ocupó
el norte de Francia y toda la parte atlántica como plataforma necesaria para
continuar la guerra contra Gran Bretaña. El gobierno de Pétain ejercería su
autoridad sobre el resto del territorio y sobre la mayoría de las colonias de
ultramar, entre ellas, Argelia.
La flota de
guerra francesa, la tercera mayor del mundo por entonces, de acuerdo con las
condiciones del armisticio, permaneció bajo la autoridad de la Francia no
ocupada a las órdenes del gobierno de Pétain. Una parte importante de la flota
se estacionó en el puerto de Mers el-Kebir (Mazalquivir), en la Argelia
francesa.
Sin
embargo, Churchill no se fiaba de sus antiguos aliados y decidió neutralizar
sus barcos. Ordenó al almirante
Somerville, comandante de la Fuerza H estacionada en Gibraltar dirigirse hacia Mers
el-Kebir. La fuerza H estaba formada por el portaaviones Ark Royal, dos acorazados, un crucero pesado, dos cruceros ligeros
y once destructores, un total de diecisiete buques. La flota francesa anclada
en Mers el-Kebir constaba de once barcos: cuatro acorazados, un
portahidroaviones y seis destructores.
El 3 de Julio
de 1940 la Fuerza H británica se presentó por sorpresa ante Mers el-Kebir. Las
órdenes de Somerville eran claras. Debía lanzar a los franceses un ultimátum en
los siguientes términos:
• Pondrían sus barcos bajo
mando de la Royal Navy.
• O bien dirigirían sus barcos
con una tripulación mínima escoltados por la escuadra británica hasta algún
lejano puerto neutral en el que se les desmontaría todo el armamento.
• La
respuesta negativa al ultimátum desencadenaría un ataque británico.
El
almirante francés, Marcel-Bruno Gensoul, como no podía ser de otra forma,
rechazó las dos propuestas británicas. Él no podía entregar la flota a otra
potencia ni permitir que fuese secuestrada y desarmada.
El gobierno
legítimo de Francia, que mantenía plenas relaciones diplomáticas con Gran
Bretaña y que había sido su aliado hasta hacía poco más de un mes, tampoco
podía autorizar semejante atropello a su soberanía.
Francia
había firmado un armisticio con las fuerzas del Eje y no se encontraba ya en
guerra contra ninguna nación, menos aún contra sus ex aliados británicos. Sus
barcos, apaciblemente fondeados, tenían los motores apagados y no estaban en
estado de alerta. La flota británica, en disposición de ataque, partía con una
superioridad absoluta.
Cuando
Sommerville recibió la respuesta negativa de Gensoul, siguiendo las
instrucciones de Churchill, lanzó el ataque contra la flota francesa. Los
torpederos “swordfish” del Ark Royal despegaron para hundir los
barcos franceses. Los acorazados y cruceros de Somerville cerraron la salida
del puerto y, desplegados en orden de batalla, dispararon contra los barcos
franceses que intentaban salir de la rada para ganar mar abierto. Los barcos
franceses, sorprendidos por el ataque de sus ex aliados, y sin capacidad de
maniobra, fueron literalmente cazados sin clemencia por la escuadra británica.
Casi 1300
marinos franceses fueron asesinados por el ataque a traición de la escuadra de
un país supuestamente amigo. En los días siguientes, aviones de guerra
franceses efectuaron varios ataques de represalia contra la base británica de
Gibraltar.
El mismo almirante Somerville que dirigió el
ataque, dijo poco después que la acción contra la escuadra francesa en Mers
El-kebir había sido: “El mayor error político de los tiempos
modernos que despertará a todo el mundo contra nosotros... todos nos sentimos
profundamente avergonzados”. “(the
biggest political blunder of modern times and will rouse the whole world
against us…we all feel thoroughly ashamed.)”
Todo el
mundo conoce y recuerda el episodio de Pearl Harbor, el “día de la infamia”, en palabras del presidente Roosevelt, y a los
2.400 norteamericanos caídos ese día. Los casi 1.300 marinos franceses que cayeron en Mers El-Kebir, en cambio, han sido olvidados. Y el carácter infame del ataque que realizaron los británicos
también.
Fotos: Firma del Armisticio con Alemania.
Bombardeo a los barcos franceses en la rada de Mers el-Kebir. Placa
conmemorativa.
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