Juan II de Aragón |
A la muerte de Alfonso V en
Nápoles en 1458, subió al trono de Aragón su hermano Juan que contaba con 61
años de edad y que era desde 1425 rey de Navarra y desde 1435 lugarteniente de Aragón
y Valencia.
Juan II, debido a su avanzada edad
parecía destinado a servir de puente entre el reinado de su hermano Alfonso y
el de su hijo primogénito y así establecer la unión de las coronas de Aragón y
Navarra. Sin embargo, los acontecimientos desmintieron este hecho, Juan II
vivió todavía 20 años más, su hijo primogénito murió y Aragón y Navarra continuaron
separadas.
Juan de Aragón era el segundo
hijo de Fernando de Antequera y durante su larga vida no estuvo exento de
conflictos de gran magnitud. Su figura personaliza la tendencia dinástica hacia
Castilla, de tal forma que desde su primer matrimonio con Blanca de Navarra,
heredera de Carlos III el noble, al segundo con Juana Enríquez, hija del
Almirante de Castilla, pasando por los vínculos matrimoniales de sus hijos y
hermanos, alianzas políticas y continuas disputas con don Álvaro de Luna o con
su propio hermano Enrique, todas sus acciones van encaminadas a adueñarse de la
política castellana.
Juan II de Aragón |
Su posición como rey de Navarra
era un tanto peculiar, Rey consorte, reconocido como tal, utilizaba el título
real para sus intervenciones en Castilla pero sin ejercer ningún acto de
gobierno, lo que hacía su esposa. A la muerte de ésta en 1441, perdía sus
derechos aunque en su testamento la reina hacía heredero universal a su
primogénito Carlos, le recomendaba que no tomase el título real sin la
bendición de su padre, a lo que éste se aferró como usufructuario de su mujer. Esto
se complicó con su segundo matrimonio lo que, según el fuero de Navarra,
invalidaba su usufructo. Pero el carácter de Juan II mantenía su postura que se
agravó con su derrota en Castilla y su intromisión en el gobierno navarro que
provocó la reacción del Príncipe de Viana y la creación de bandos enfrentados (beamonteses
y agramonteses).
En Aragón desarrolló igualmente
una política personal enfocada a satisfacer sus aspiraciones en Castilla y así
el reino sufrió las constantes acometidas castellanas. Su reinado unido a sus
años de lugartenencia (en la práctica fue el soberano durante este tiempo),
enturbian la vida del reino con el encumbramiento de las instituciones por
encima del poder real, la ruina moral de la monarquía, la lucha contra su hijo
primogénito, la pérdida del control monárquico a favor de los grupos sociales
privilegiados y el vacío de autoridad que padece el reino va a provocar un
estado de alteración interna con enfrentamientos entre grupos, familias,
pueblos, comunidades, etc., produciendo una nómina de guerras particulares o
privadas interminable.
Cuando Juan II llega al trono de Aragón
ya esta envuelto en los graves problemas navarros, las reclamaciones de su hijo
y sus partidarios (beamonteses) ha hecho estallar la guerra civil contra los
partidarios de Juan (agramonteses). La situación se complica enormemente cuando
a partir de 1458 Carlos de Viana pasa a ser el primogénito del rey de Aragón y
las Cortes del reino exigieron a Juan II que lo considerase como príncipe
heredero. La intención del rey era muy distinta ya otorgó a su segundo hijo,
Fernando, los títulos de duque de Montblanc, conde de Ribagorza y señor de
Balaguer que deberían pasar a Carlos y que por tradición de la corona debían
ser concedidos al sucesor, es decir al primogénito.
Carlos, Príncipe de Viana |
Debido a la presión Juan II firma
la Concordia de Barcelona, en enero de 1460, que resolvía el problema navarro
pero no el aragonés. Se inicia un acercamiento entre padre e hijo que que dura
poco ya que a finales de ese mismo año el Príncipe de Viana es detenido en
Lérida y encarcelado. Se inicia una guerra civil donde el levantamiento popular
obliga al rey a liberar a su hijo y firmar las Capitulaciones de Panadés, por
las que lo reconocía como primogénito y heredero “presunto” de sus reinos y
lugarteniente de Cataluña, Rosellón y Cerdaña. Esto tenía su trampa porque el
reconocimiento de la primogenitura debía ser refrendada por las Cortes y el
único que podía convocarlas era el rey.
La situación se allanó cuando en septiembre
de 1461 murió el Príncipe de Viana, aunque se acusó a la reina de envenenarlo
lo cierto es que la salud de Carlos era delicada y su encarcelamiento y la
agitación de los últimos años la había deteriorado aún más. Su muerte se debió
a un avanzado proceso de tuberculosis.
Fernando de Aragón |
En las Cortes de 1466-68 se
produce la jura del infante Fernando como Gobernador General, rey de Sicilia y
corregente de su padre en el gobierno de Aragón. Fernando en 1468 informa a las
Cortes de la muerte de su madre y debido a la ancianidad de su padre (que
cuenta con más de 70 años, edad muy avanzada para la época) que es operado éxito
de cataratas, se encomienda al favor y protección de los aragoneses.
En 1468 se va a producir un
hecho decisivo para el posterior devenir de la Corona. Juan II deseoso de
afianzar el flanco castellano y alejar toso intento de Enrique IV en los
asuntos de su reino, trata el matrimonio del infante Fernando con la heredera
al trono de Castilla, Isabel, hermana de Enrique IV, lo que logra con el apoyo
del bando aragonesista que todavía perdura en la nobleza castellana. La ceremonia
se celebra el 18 de octubre de 1469.
Juan II murió en Barcelona el 19
de enero de 1479 a los 82 años, siendo enterrado en el Monasterio de Poblet.
Fotos: Juan II de Aragón (2), Carlos, Príncipe de Viana y Fernando de Aragón
Fotos: Juan II de Aragón (2), Carlos, Príncipe de Viana y Fernando de Aragón
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