lunes, 2 de agosto de 2010

El primer Legionario Laureado.


Hoy voy a comenzar una nueva sección dedicada a la Historia Militar y que mejor manera de hacerlo que con el Primer Suboficial Legionario Laureado en la Guerra de Marruecos, D. Bartolomé Munar.
El Sargento de la Legión D. Bartolomé Munar Munar fue el Primer Caballero Legionario en recibir la Cruz Laureada de San Fernando. Tan alta condecoración le fue concedida por Real Orden de 17 de julio de 1928 (D.O. del Ministerio de la Guerra nº 157), por su acción en la Campaña de Marruecos, mediante la conducción de un convoy de agua a la posición Kala Baja y su avanzadilla y defensa de ésta, del 14 al 17 de septiembre de 1924.
Los hechos que se narran en la Real Orden y que le hicieron merecedor de la Laureada, son los siguientes:
“Ante la necesidad de prestar inmediato socorro a la posición de Kala Baja, asediada por el enemigo fuertemente atrincherado y que dominaba el camino de acceso a la avanzadilla y a la posición, se organizó una pequeña fuerza con mochilas metálicas para llevar agua a los asediados, presentándose voluntario el Sargento Munar, que se puso a la cabeza del la columna con 16 legionarios.
Ante el tenaz empeño que el enemigo demostraba por impedir el socorro, decidido a entrar en la posición, se lanzó hacia ella y, recorrieron unos 200 metros bajo intenso fuego, entró en la avanzadilla, en la que dejó cuatro legionarios con su provisión de agua, y con los dos restantes continuó hacia la posición, en la que consiguió penetrar, teniendo en la marcha tres legionarios muertos y otros tres heridos, pues el enemigo, apercibido de la maniobra y situado en la proximidad de la posición, concentró con especial empeño su fuego sobre la entrada.
Entregando el convoy, salió con otro legionario y retiró a uno de los heridos que había quedado en el campo, tras lo que hizo una nueva salida para recoger los cadáveres de los legionarios muertos, momento en que el enemigo, concentrando su fuego en descargas cerradas, produjo la muerte del legionario que le acompañaba y señales de proyectiles en su ropa.
A pesar de la presión que el enemigo ejercía para impedir las comunicaciones, el Sargento Munar se presentó voluntario para llevar un parte del jefe de la posición al de la columna, lo que intentó con gran arrojo, mas obligado a volver a la posición perseguido por un grupo de moros, recogió en el camino unos paquetes de algodón y gasas, elementos de cura de que se carecía en la posición, de la que nuevamente salió y recogió los cuatro cadáveres de sus legionarios.
En la tarde del día siguiente el enemigo atacó nuevamente la posición y avanzadilla, especialmente ésta, en la que causó importantes destrozos y dejó fuera de combate a sus escasos defensores, y ante el peligro de que el enemigo se apoderase de ella, el jefe de la posición ordenó al Sargento Munar que fuese a ella con cuatro legionarios, lo que resueltamente y comprendiendo la dificultad de hacerlo por la entrada barrida por el fuego enemigo, lo hizo saltando la alambrada y parapeto, rodeado por el enemigo que hirió a tres de los cuatros legionarios que le acompañaban, encontrando muertos a los que guarnecían la avanzadilla.
Con fuego de fusil contuvo al enemigo, permitiendo que los heridos entrasen en la avanzadilla, cuya defensa continuó él mismo, el legionario ileso y uno de los heridos, que lo estaba en pie. Durante la noche el enemigo renovó sus ataques, arrojando granadas de mano y piedras, algunas de las cuales le alcanzaron, produciéndole fuerte golpes en la cabeza, con derramamiento de sangre, y en una oreja, sosteniendo con gran valor la defensa de la avanzadilla, haciendo fuego con gran intensidad que a pesar de cambiar de fusiles, se produjo quemaduras en las manos.
Al día siguiente aprovechando que el enemigo había disminuido su presión sobre la avanzadilla, reforzó esta con los demás legionarios y algunos soldados de cazadores y se evacuaron las bajas que había sufrido, quedando el Sargento Munar como jefe de ella hasta el día 17 en que fue relevado, y durante cuyo mando la avanzadilla fue frecuentemente atacada con fuego de fusil, granadas de mano y piedras".
D. Bartolomé Munar Munar, nació en Palma de Mallorca en 1895. El 2 de octubre de 1920 se presentó en Palma de Mallorca en el Banderín de Enganche del Tercio de la Legión un hombre que deseaba alistarse, con 25 años y de profesión electricista y que según él había servido cinco años en la Marina de Guerra como artillero. Una semana después desembarcó en Ceuta, incorporándose a la 1º Compañía de la 2º Bandera. En abril de 1921 recibió el bautismo de fuego y el 24 de julio fue trasladado de Ceuta a Melilla, tomando parte en la conquista del gurugú. En octubre de 1922 fue ascendido a Sargento y al año siguiente su bandera se trasladó a Ceuta, donde tomó parte en numerosos hechos de armas. En 1924 se le propuso para la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando por su heroico comportamiento en Kala Baja, condecoración que sería impuesta en 1928. En 1925 fue ascendido al empleo de Alférez Legionario y a Teniente al año siguiente y con este empleo solicitó y obtuvo el retiro en 1931, concediéndosele el empleo de Capitán. Falleció en Palma de Mallorca el 11 de agosto de 1962.
Foto: Bartolomé Munar Munar, Caballero Laureado con uniforme de La Legión.

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