lunes, 25 de marzo de 2013

La Calderona, la amante real

La Calderona. Retrato anónimo,
Descalzas Reales, Madrid.

María Inés Calderón conocida popularmente como  «La Calderona» fue la madre del bastardo real Juan José de Austria.
María Inés nació en Madrid en 1611, en el sano de una familia dedicada a la farándula por lo que estuvo relacionada desde bien jovencita al mundo del teatro. En 1627, con 16 años, debutó como actriz  en un corral de comedias de Madrid, el Corral de la Cruz. Su belleza y sus dotes interpretativas causaron tal sensación que llegó a oídos del rey Felipe IV, quien quiso conocerla. El rey acudió al teatro y quedó prendado de María, quien por aquél entonces estaba ya casada, y era amante de Ramiro Núñez de Guzmán, duque de Medina de las Torres, viudo de la hija del Conde-Duque de Olivares.
Los amores entre Felipe IV y La Calderona dieron lugar a todo tipo de comentarios y convirtieron a María Inés en uno de los personajes más populares del Madrid de finales de los años veinte del seiscientos.
La reina Isabel de Borbón, no veía con buenos ojos esa relación aunque en la época era muy común tener amantes, y un día, mientras se celebraba un espectáculo en la Plaza Mayor de Madrid, la reina ordenó se expulsara de la plaza a La Calderona, que asistía al mismo. Este agravio fue compensado por el rey otorgando en adelante un puesto exclusivo para su amante. Es el conocido como «Balcón de Marizápalos», todavía visible en la plaza, llamado así en honor al baile favorito de la amante.
Su relación con el rey la obligó a abandonar los escenarios en pleno éxito y fruto de esa relación, en 1629 dio a luz un hijo, don Juan José. A pesar de los deseos de la madre, a los pocos días de su nacimiento fue apartado de su lado y entregado a una familia de confianza para su educación.
El niño fue bautizado como «Juan de la tierra» —forma en que eran inscritos los hijos de padres desconocidos en el libro de bautizados— en la parroquia de los Santos Justo y Pastor, actuando como padrino un caballero de la Orden de Calatrava, ayuda de cámara del rey. En 1642, Felipe IV lo reconoció  como hijo suyo. Se le llamó Don Juan José de Austria, a la usanza de su ilustre antepasado Don Juan de Austria, vencedor de Lepanto.
Poco después de dar a luz, se rumoreó que La Calderona  cansada del rey, se buscó otro amante, o al e enamoró de otro hombre. Cuando se enteró el rey la alejó de la corte y ordenó recluirla en el Monasterio Benedictino de San Juan Bautista en Valfermoso de las Monjas, en el valle alcarreño de Utande, del que llegó a ser abadesa entre los años 1643 y 1646.

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