Zenón el Isauro |
A la muerte de León I en el 474,
le sucedió su nieto León, un niño de seis años. León II murió el mismo año que su abuelo, después de
haberse asociado al Imperio a su padre, Zenón. En una ceremonia realizada en el
Hipódromo el 9 de febrero de 474, con el consentimiento del Senado, se hizo
efectivo dicho traspaso de poderes y Zenón se hizo cargo de la regencia. La
misma noche del fallecimiento de su hijo León II, el 17 de noviembre de 474, asumió
el gobierno del Imperio.
Bajo éste, a la antigua influencia
germánica sustituyó en la corte otra nueva influencia bárbara, la de los
isáuricos, raza salvaje a la que pertenecía el emperador por su origen. Los
isáuricos ocupaban los mejores puestos y las dignidades más elevadas de la
capital. Pero pronto advirtió Zenón que entre sus propios compatriotas había
conjuraciones contra él, y, dando muestras de gran decisión, ahogó la revuelta
en las montañas de la misma Isauria, donde hizo demoler la mayoría de las fortalezas.
Sin embargo, la influencia isaúrica en el Imperio persistió hasta la muerte de Zenón.
Monedas de Zenón |
En el año 460 el emperador León I sustituyó a los
mercenarios germanos de su ejército por tropas isaurias que eran tan mal vistas
por la población civil como los recién expulsados. Entra esas nuevas huestes se
encontraba Tarasicodissa, parece ser que éste era su nombre original, hijo de
un notable guerrillero de su tierra, quien protagonizó un rápido ascenso merced
a su talento. En el 466 logró desenmascarar y poner fin a una conspiración que
pretendía atentar contra León I lo que le sirvió para ganarse la confianza del
emperador y para entrar a formar parte de su círculo de confianza. Dos años después
ascendió a magister militum y se casó con la hija de León, Ariadna. Seis
años después, abandonadas ya sus campañas militares y plenamente asentado en
la familia Real, alcanzó el imperio.
El ostrogodo Odoacro |
La época de Zenón fue señalada en
Italia por graves acontecimientos. En la segunda mitad del siglo V, la
influencia de los jefes de las compañías germánicas había crecido mucho. Llegó
el momento en que pudieron hacer y deshacer a su albedrío emperadores de
Occidente. En 476, uno de esos jefes bárbaros, Odoacro, derrocó al último
emperador de Occidente, el joven Rómulo Augústulo, y se apoderó del trono de Italia.
No obstante, quiso legitimar su nombramiento y, en nombre del Senado romano, envió
una embajada a Zenón, asegurándole que Italia no necesitaba un monarca distinto
y que su emperador debía ser Zenón. Al mismo tiempo, Odoacro pedía a Zenón que
le confiriese la dignidad de patricio romano, dándole, por delegación, el
gobierno de Italia. La petición fue otorgada y Odoacro se convirtió en legítimo
señor de Italia. Hasta hace cierto tiempo, se ha considerado el año 476 como el
de la caída del Imperio romano de Occidente, pero esto es falso, porque en el
siglo V no existía aún un Imperio romano de Occidente diferente al de Oriente.
Había habido, como antes, un Imperio romano gobernado por dos emperadores, uno
en la zona occidental y otro en la oriental. En el año 476 hallamos que sólo
hubo un emperador: Zenón, el de la “pars orientalis”.
El Imperio en época de Zenón |
Odoacro, dueño de Italia, se
conducía de una manera cada vez más independiente. Zenón no lo ignoraba, pero se
limitó castigarle por medio de los ostrogodos. Éstos, a partir de la
disgregación del Imperio de Atila, vivían en Panonia, desde donde, conducidos
por su rey Teodorico, ejecutaban incursiones devastadoras en la península
balcánica, amenazando la misma capital del Imperio. Zenón logró desviar la
atención de Teodorico hacia las ricas provincias de Italia. Así daba dos golpes
a la vez, desembarazándose de sus peligrosos enemigos del norte y resolviendo,
con ayuda de una fuerza extranjera, las dificultades suscitadas por el
indeseable gobernador de Italia. En cualquier caso, Teodorico era menos
peligroso en Italia que en los Balcanes.
Monedas de Aelia Verina |
Teodorico marchó sobre Italia,
batió a Odoacro, se apoderó de Ravena, principal plaza fuerte del vencido, y, a
la muerte de Zenón, fundó en la península itálica un reino ostrogodo con
capital en la misma Ravena. La península balcánica se había desembarazado
definitivamente de los ostrogodos.
Algunos historiadores han
considerado a Zenón como un emperador impopular y cobarde, aunque hoy esta
apreciación puede ser bastante discutible, ya que su gobierno estuvo envuelto
en la vorágine en que se vio sumergido el Imperio Romano, con las fronteras
presionadas por los pueblos barbaros y la difícil situación entre el oriente y
el occidente.
Zenón, debido a su impopularidad
sufrió multitud de conspiraciones, la
principal fue llevada a cabo por su suegra Aelia Verina, viuda de León I, en
enero de 475, recién tomado el poder y el emperador abandona Constantinopla
y se instala en su tierra natal.
Basilisco el usurpador (475-476)
Monedas de Basilisco el usurpador |
El Senado nombró emperador al hermano de Aelia Verina. La primera acción que realizó
Basilisco al alcanzar el poder fue eliminar a, Patricio, amante de Aelia Verina y aspirante frustrado al trono
imperial, para evitar una conspiración de éste. Esta muerte irritó a Aelia Verina que de inmediato, clamando
venganza, volvió a conspirar para traer de vuelta a Constantinopla a Zenón.
Para ello, el chambelán Illos, consejero y hombre de
confianza de Zenón, marcha junto al emperador hacia Constantinopla dispuestos a
dar batalla a los partidarios de Basilisco. Éste, acorralado, se rindió sin
lucha a Zenón en agosto de 476. Basilisco sólo reinó veinte meses pero logró
hacerse aún más impopular que su predecesor debido, especialmente, a su
política religiosa puesto que favoreció abiertamente el monofisitismo, una
corriente herética del cristianismo.
La reinstauración de Zenón (476-491)
Corte de Zenón |
De nuevo en el poder, Zenón ordenó
que Basilisco fuera deportado a Capadocia y allí decapitado. Su mujer e hijos
corrieron la misma suerte. Aelia Verina odiaba profundamente a Illos e intentó
asesinarlo en varias ocasiones, hasta que el emperador la envió a Tarso para
internarla en un convento. Aun así, siguió conspirando contra el emperador y
convenció a su otro yerno, Marciano, a dar un golpe de estado que fracasó y fue
enviado por Zenón a la capadocia como sacerdote.
Al final Illos se unió a Aelia Verina
para conspirar contra Zenón quien tuvo que recurrir al auxilio de los
ostrogodos que finalmente les derrotaron. Aelia Verina murió en el sitio de
Cherris, donde se habían refugiado tras la derrota, e Illos fue capturado y
decapitado. A partir de entonces se logró la paz y estabilidad entre los
ostrogodos y Zenón reinó sin mayores problemas hasta su muerte en un ataque de
epilepsia el 9 de Abril de 491, tras reinar durante 17 años y 2 meses.
El Patriarca de Constantinopla Acacio |
El principal problema interior
durante el reinado de Zenón fue el religioso, que siguió provocando trastornos
en todo el Imperio, a causa de las diversas corrientes nacidas en la Iglesia.
Egipto, Siria, parte de Palestina y del Asia Menor, seguían firmemente adeptas
del monofisismo. La rigurosa política ortodoxa de los dos predecesores de Zenón
no había sido aprobada en las provincias orientales. Los jefes de la Iglesia se
daban perfecta cuenta de la gravedad de la situación, y el patriarca de
Constantinopla, Acacio —que al principio alabara las decisiones del concilio de
Calcedonia— así como el patriarca de Alejandría, Pedro Mongo, sentíanse muy
deseosos de hallar una salida conciliadora a una situación tan difícil.
Propusieron, pues, a Zenón hacer un esfuerzo para reconciliar a los adversarios
mediante concesiones recíprocas. Zenón, aceptando la propuesta, publicó
el 482 el Edicto de Unión o Henótico, que fue dirigido a las iglesias de la
jurisdicción del patriarca de Alejandría. El fin principal del edicto era no
ofender a los ortodoxos ni a los monofisistas sobre la cuestión de la unión en
Jesucristo de las dos naturalezas, divina y humana. El Henótico parecía en
principio tender a una unión con los disidentes pero al final no satisfizo ni a
los ortodoxos ni a los monofisistas. Los primeros no podían aceptar las concesiones
hechas a los monofisístas y los otros consideraban éstas como insuficientes, con
ello, el Henótico aportó nuevas complicaciones a la vida religiosa de Bizancio,
aumentando el número de las sectas.
Zenón no ha pasado a la historia como uno de los emperadores
de mayor importancia. Si bien es verdad que le tocó vivir en un momento
convulso sus soluciones no fueron del todo acertadas. Pese a haber sido un
militar de éxito en su juventud su imperio se caracterizó por una total
inoperancia militar. Tenía un ejército mercenario, débil y levantisco por lo
que, tuvo que basar su política en la diplomacia. Sus contactos políticos con
los bárbaros fueron ventajosos para aquellos ya que no les reclamó ni uno sólo
de los territorios perdidos. Su política interna fue mejor de lo que se nos ha
hecho ver, no ejerció una presión fiscal demasiado elevada sobre el pueblo y fue
capaz de administrar los recursos del Imperio de modo que lo dejó
considerablemente más fuerte tras su muerte.
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