martes, 19 de abril de 2011

La leyenda de la campana de Huesca


Hoy en día, cuando se realiza una visita guiada por la ciudad de Huesca, al visitante se le muestra un sótano de lo que fue el Palacio Real, actual Museo Provincial de Huesca, y que es donde se supone que acaecieron los hechos relatados en la leyenda de la Campana de Huesca. La leyenda dice así:
Siendo rey de Aragón Ramiro II “El Monje”, los nobles y potentados del reino no le eran del todo fieles y no tenían gran confianza en su gobierno.
El monarca preocupado ante esta situación decidió consultar al abad de San Ponce de Tomeras, su antiguo monasterio, pidiéndole consejo para ver cómo resolver este grave problema que tenía. El abad, prácticamente sin palabras, le mostró como cortaba en su huerto las coles que destacaban excesivamente sobre las demás.
Con esta acción que le mostró el abad Ramiro II sacó sus propias conclusiones y decidió actuar en consecuencia.
Convocó en 1136 a los nobles a Cortes en Huesca para comunicarles que iba a hacer una fabulosa campana que se oyera en todo el reino. Y ciertamente sonó en todos los sitios, ya que conforme los nobles llegaban a su palacio los fue decapitando uno a uno, para después colgar sus cabezas en un sótano de la residencia real, colocando al cabecilla de la revuelta, el obispo de Huesca, en el centro. A continuación hizo pasar a la sala al resto de nobles para que les sirviese de aviso y escarmiento. Con esto quedó zanjada la revuelta.
Esta estremecedora historia no fue considerada durante mucho tiempo como auténtica, pero no fue real según atestiguan los estudios de prestigiosos investigadores. Lo que sí está contrastado históricamente es que en una ocasión se sublevaron ante su poder siete aristócratas, y el rey Ramiro, por muy monje y cristiano que era, no dudó un instante en mandarlos ejecutar.
Foto: La campana de Huesca (1880), de José Casado del Alisal.

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