El proceso de revolución en Rusia
se desarrollo por etapas; una primera de carácter democrático burgués y otra
socialista. Su causa fundamental fue la incompatibilidad del estado zarista con
las exigencias de la civilización moderna.
La
revolución de 1905
La primera revolución surgió como
consecuencia de la derrota de Rusia en la guerra Ruso‑Japonesa (1904–1905).
Aunque las causas socioeconómicas
también fueron profundas, la pérdida de Port Arthur provocó, el 9 de enero de
1905, una manifestación de 150 mil obreros que, dirigidos por el Pope Georgi Gapón,
se dirige al palacio de invierno del zar en San Petersburgo, donde piden
mejoras salariales, mejoras en las condiciones de trabajo y la convocatoria
de una Asamblea Constituyente. Los cosacos cargaron contra ellos ocasionando un
gran número de víctimas «Domingo Rojo o Sangriento». A partir de aquí, cambia
la visión del zar como benefactor por la de un tirano contra el que se dirige
el odio popular.
Como consecuencia de la represión
se creó un clima donde se generalizaron las huelgas y las manifestaciones,
donde se unen burguesía y proletariado, y que se extendieron incluso al campo.
Además se produce la sublevación de algunas unidades militares.
En octubre hay
una huelga de ferrocarriles que paraliza a Rusia,
El paro es total, no hay comida, los precios se disparan y en varias
ciudades se forman barricadas y la oposición logra el control de
Odessa.
Esta agitación social y la presión popular obligan al zar
Nicolás II a nombrar primer ministro al
liberal Serguéi Witte y a la publicación de un manifiesto, «Manifiesto de
Octubre», en el que prometía libertades
cívicas y la convocatoria a una Duma (Asamblea Legislativa).
Tras este primer triunfo se produce
la división de las fuerzas antizaristas. Los sectores moderados son partidarios
de un sistema parlamentario a la imagen de Occidente, mientras que los bolcheviques anuncian que no participarán
en las elecciones para una Duma sin auténtico poder. Aprovechando las
divergencias entre la oposición, el zar inicia la represión. A finales de
noviembre se detiene a los líderes obreros y se proclama la ley marcial.
La revolución había terminado. La
ley electoral de febrero de 1906 es muy restrictiva y el zar tenía posibilidad
de veto y la potestad de nombrar a la mitad de los miembros de la Asamblea. Se
produce la reposición del liberalismo. Serguéi Witte es sustituido por Ivan
Goremkin, que hace públicas las “Leyes del Imperio” en las que la figura del
zar es sagrada.
En febrero de 1907 se convoca la 2ª
Duma y a finales de 1907 se convoca la 3ª Duma, con lo que el gobierno había
vuelto a ser una autocracia.
Foto: Cartel que anima a la revolución en 1905
yo queria saber por que estalló la huelga ferrocarrilera :(
ResponderEliminarLA huelga de los ferrocarriles rusos fue prácticamente el detonante del levantamiento. El sindicato de ferroviarios ruso mostró lo máximo a lo que podían llegar los sindicatos en ese periodo revolucionario, y sus límites. Los ferroviarios antes de 1905 tenían fama de combativos y, los revolucionarios, incluidos los bolcheviques tenían gran influencia en ellos. A finales de enero se producen oleadas de huelgas ferroviarias, primero en Polonia, luego en San Petersburgo, después en Bielorrusia, Ucrania y en las líneas con destino a Moscú. Las autoridades empiezan por hacer alguna concesión e inmediatamente tratan de imponer la ley marcial, pero ninguna de esas dos tácticas hace que los obreros se dobleguen.
ResponderEliminarEn abril se funda el Sindicato de empleados y obreros de ferrocarril de todas las Rusias. Al principio ese sindicato parece dominado por los técnicos y oficinistas, mientras los obreros guardan distancia respecto a él; pero eso cambia a lo largo del año. En julio se produce una nueva ola de luchas que arranca de la base y que inmediatamente adopta una forma más política. En septiembre la Conferencia sobre las jubilaciones se transforma en “Primer Congreso de delegados de empleados de ferrocarril de todas las Rusias”. Esta marea de combatividad en alza comienza a sobrepasar los límites del sindicato y se desencadenan huelgas espontáneas en septiembre, lo que fuerza a los sindicatos a reaccionar, como señala un delegado al Congreso sobre las jubilaciones:
“Los empleados hicieron la huelga espontáneamente, ven inevitable una huelga en el ferrocarril Moscú-Kazan, el sindicato ve necesario apoyar a huelga en las demás vías que conectan Moscú”.
Esas huelgas se convierten en la chispa que enciende la huelga de masas de octubre:
“El 9 de octubre, en una sesión extraordinaria del Congreso de delegados ferroviarios en Petersburgo, se formula y expide inmediatamente por telégrafo a todas las líneas el lema de la huelga de los ferrocarriles: la jornada de 8 horas, las libertades cívicas, la amnistía, la Asamblea constituyente”.