Megido es una de las primeras batallas históricamente bien
documentadas. En los templos egipcios están registrados los detalles de cómo se
desarrolló.
El combate tuvo lugar hacia el año 1479 a.C. en las proximidades de la
ciudad de Tel Megido, en Palestina. Se enfrentaron el ejército egipcio de
Tutmosis III y las ciudades cananeas rebeldes, comandadas por los reyes de
Kadesh y Megido. El área era una zona políticamente muy inestable ya que
controlaba las rutas comerciales entre Mesopotamia y Egipto. Así, cuando los
cananeos se rebelaron, Tutmosis marchó con 10.000 hombres, desde Sileh, en la
frontera de Egipto, hasta Yaham, en los límites de la zona rebelde.
Megido fue un desastre para los rebeldes, aunque al principio dieron
una imagen distinta, bien desplegados y con una entidad militar suficiente para
enfrentarse al Faraón. Dos bloques de infantería rebelde se apostaron cerca de
Yokneam y Taanakh, situadas al este y al oeste de Megido, mientras que los
carros cananeos se escondían en la llanura de Esdralón, alrededor de la ciudad.
El plan de los rebeldes era permitir que los egipcios atacasen a su infantería,
para fingir así una retirada y obligar a los egipcios a romper sus filas y
exponer sus flancos a un ataque por sorpresa de los carros de guerra.
Sin embargo, Tutmosis decidió que su ejército avanzara hacia el campo
de batalla por una difícil ruta central, a través de las tierras altas por un
estrecho sendero, en lugar de ir por la ruta, prevista por los rebeldes, de Yokneam
y Taanakh, más cómodas para avanzar, pero menos seguras.
Esta decisión del Faraón desorganizó a los cananeos que se tuvieron que
replegar a toda prisa para defender Megido. El repliegue falló y, al día
siguiente, los cananeos tuvieron que enfrentarse a los egipcios, cuyo ejército,
que se había dividido en tres flancos, los había rodeado. A pesar de contar con
unas fuerzas muy numerosas los cananeos se desmoronaron.
La información histórica sobre la batalla da la impresión de una
derrota absurda ya que los carros, la infantería y los arqueros de Tutmosis
masacraron a las tropas rebeldes que huían en desbandada. Por su parte, los
habitantes de la ciudad temían tanto a los egipcios que se negaron a abrir las
puertas a los que se retiraban y en su desesperación, los soldados cananeos se
vieron obligados a trepar por los muros como pudieron.
Tutmosis sitió Megido y la ciudad cayó tras siete meses de asedio. Los
cananeos había pagado un precio muy alto por su rebelión. Siguiendo la costumbre
de la época, Tutmosis III tomó como rehenes a los hijos de cada uno
de los reyes derrotados. Después de ser educados en la corte egipcia, fueron
devueltos a sus lugares de origen, donde gobernaron con el consentimiento de
Egipto.
La victoria de Megido fue sólo el comienzo de la pacificación de
Canaán y Siria. A esta batalla seguirían una serie de campañas, con
periodicidad casi anual, que supondrían la expansión del poder de Egipto hasta
el norte de Mesopotamia.
Foto: Lucha entre carros de guerra egipcios y cananeos en Megido
Mapa: Despliegue de la Batalla de Megido.
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