Huitzilopochtli |
Cuanta la leyenda que a cobijo de la montaña de Catepec, junto a la ciudad de Tollan, vivía la
diosa Coatlicue, “la de la falda de serpientes”, madre de los indios
centzonuitznaua, y de una hija de nombre Coyolxsauhqui. Era la diosa azteca
de la vida y la muerte, de la tierra y
de la fertilidad.
Coatlicue solía rezar todas las
mañanas en lo alto de una colina próxima y, una mañana mientras rezaba le cayó
encima una bola con plumas de colores. La bola le gustó tanto que decidió
guardarla para ofrecérsela al dios Sol.
Huitzilopochtli con escudo y lanza |
Pasado un tiempo Coatlicue se dio cuenta de que estaba embarazada y
entonces sus cuatrocientos hijos (los centzonuitznaua), apoyados por su hermana
Coyolxsauhqui, la insultaron y humillaron por haberse quedado embarazada.
Coatlicue estaba asustada y angustiada cuando el
espíritu del niño que llevaba dentro le habló palabras de aliento. Sin embargo
sus hijos decidieron asesinarla ya que lo consideraban una ofensa pues una
diosa solo podía concebir hijos con otros dioses.
Sin embargo, uno de ellos, Quauitlicac, se apiadó
de ella y le confesó a su hermano nonato la deslealtad de sus hermanos. Éste le
dijo:
— «¡Oh, hermano! Escucha atentamente lo que te voy
a decir. Estoy totalmente informado de lo que va a ocurrir».
Cundo sus hermanos se dirigían a por Coatlicue para
asesinarla, Quauitlicac, avisó a Huitzilopochtli de que sus hermanos se
acercaban a matar a su madre. Este le dijo:
—
«Dime exactamente hasta qué lugar han avanzado».
—
Hasta Tzompantitlán, dijo Quauitlicac.
Coatlicue |
Cuando llegaron los centzonuitznaua, cortaron la
cabeza a Coatlicue, pero en ese mismo instante
Huitzilopochtli saltó del vientre de su madre blandiendo su escudo en
una mano y una lanza de color azul en la otra. Estaba pintado, tenía la cabeza
recubierta por un penacho y la pierna izquierda cubierta con plumas.
Cortó la cabeza de su hermana Coyolxsauhqui y la
lanzó hacia el cielo convirtiéndose en la Luna. Persiguió durante mucho tiempo
a los centzonuitznaua, a los que fue dando caza. Muchos perecieron en las aguas
del lago al que se habían lanzado desesperados. Casi todos murieron excepto unos
pocos que se escaparon a un lugar llamado Uitzlampa, donde finalmente se
entregaron a Huitzilopochtli y depusieron sus armas. Huitzilopochtli se
convirtió en el Sol.
Este suceso era celebrado por los
Mexica-Nahuatlacas el último día del decimoquinto mes del calendario náhuatl
que es Panquetzaliztli (Levantamiento de las Banderas), 19 de diciembre del actual
calendario gregoriano.
El relato del nacimiento de Huitzilopochtli está
descrito en el códex florentinus, una recopilación de textos del siglo XVI
escrito en náhuatl, que contiene la Historia general de las cosas de la Nueva
España.
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