Indulto
Un soldado del ejército del Mariscal de Sajonia fue encontrado culpable de haber robado gallinas por valor de seis francos y condenado a muerte.
El mariscal, que estaba presente, le dijo:
-¡Eres un idiota! ¡Jugarte la vida por seis francos!
-Mi General, en el frente me la juego cada día por 25 céntimos.
Al mariscal le hizo gracia la respuesta y le indultó.
Tacañería
Del general Valeriano Weyler y de su tacañería se han contado multitud de anécdotas. Transcribo dos que, fueron contadas por su nieto del mismo nombre y apellidos, cuando hacía el servicio militar en Cartagena.
Un día, uno de sus hijos le pidió dinero para comprarse unos pijamas.
-¿Pijamas? ¿Y que es eso?
-Es para dormir.
-Para dormir, lo que se necesita es sueño.
Y no soltó una peseta.
Otro día, otro hijo, o el mismo, le envió una carta en la que le pedía 500 pesetas. La contestación fue: “Te envío las 50 pesetas que me pides y te advierto que 50 se escribe con un solo cero”.
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